Audi A3 Sportback 1.4 TFSI 125CV prueba (parte 1)
Aun recuerdo aquel 1996 en el que la marca de los cuatro aros lanzaba al mercado el primer A3. Tardé en ver el primer modelo en la calle, pero a partir de ese día, parecía que los habían sembrado. La motorización de aquel tiempo, si la memoria no me falla, eran 2 motores gasolina (1.8 […]
Aun recuerdo aquel 1996 en el que la marca de los cuatro aros lanzaba al mercado el primer A3. Tardé en ver el primer modelo en la calle, pero a partir de ese día, parecía que los habían sembrado. La motorización de aquel tiempo, si la memoria no me falla, eran 2 motores gasolina (1.8 y 1.8T) y un diésel (1.9 TDI). El Audi A3 ha cambiado mucho desde entonces, incluida la versión 5 puertas, llamada Sportback, que llegaría allá por 2004, que lo pude ver por primera vez en el Autostadt de Wolfsburg.
Mucho ha llovido desde entonces, mejorando motorizaciones, equipamientos y tecnología y seguridad. Es por ello que este modelo no me ha defraudado, se ha mantenido en sus expectativas y ha demostrado que a la marca le gusta cuidar a sus clientes. Además, Audi puede presumir de ser la primera marca en montar luces diurnas tipo LED en sus coches, como imagen de marca y que unos meses más tarde irían introduciendo el resto de marcas.
Motor y prestaciones
Partimos de la motorización más básica de la gama, el motor 1.4 TFSI de 125CV. No es por ello un coche poco potente, pero no está orientado a aquellos que nos gusta acelerar y soltar adrenalina cuando conducimos. Es todo lo contrario, un coche tranquilo, que responde bien pero que no ofrece lo que otros más altos de gama o turbo. Eso también se nota en el consumo. Para descubrir el motor, una maneta en el capó permite hacerlo de una manera realmente sencilla, sin tener que buscar la palanquita.
Alcanza los 100 km/h desde parado en 9,6 segundos y ofrece un par máximo de 200 Nm en el intervalo entre 1.500 y 4.000 rpm aunque a 3.500 ya se nota que pierde fuelle. Emite 134 g. de CO2 por kilómetro, debiendo pagar únicamente el 4,75% de impuesto de circulación. El motor acelera cuando se le pide, pero de forma constante sin sustos. Alcanza los 203 km/h de velocidad máxima.
El sistema Start&Stop es una delicia, aunque apenas pudimos hacer uso de él. Las bajas temperaturas (por debajo de 5ºC no funciona) lo impidieron, pero cuando ascendía el termómetro, circular por ciudad era una gozada, pudiendo bajar los consumos de 8 litros cada 100 km. Es muy similar al que pudimos probar en el Alfa MiTo MultiAir con las mismas buenas sensaciones. Eso sí, sigo diciendo que hace 5 años se podía haber inventado y ahora lo venden como una revolución.
Como me he referido anteriormente, Audi ofrece al cliente lo que está buscando. La caja de cambios es realmente suave, con un cambio rápido, de poco recorrido y preciso, mostrando el número de marcha en el cuadro, aun con cambio manual. El habitáculo está completamente aislado del ruido del motor y del aire, escuchándose un leve y agradable sonido al acelerar fruto de los dos escapes traseros embellecidos.
Y si de agradable al tacto hemos de hablar, sin duda destaca la suavidad de la dirección. Pocos modelos hemos probado con una dirección tan bien reglada, suave en ciudad y algo más rígida en carretera. Y aunque el volante sea de plástico, es muy agradable, superando incluso a algunos con imitación de cuero. Los amortiguadores son ligeramente blandos, conscientes del perfil que lo va a conducir y con un recorrido algo largo.
Es difícil sacarle una pega al comportamiento del coche. Quizá que los desarrollos de marcha sean algo largos, sobre todo las más altas, pero eso favorece el consumo aunque puede ofrecer inseguridad en ciertas maniobras de adelantamiento. En carretera secundaria, es mejor reducir una marcha y asegurar el adelantamiento que evitar un consumo excesivo.
Eso sí, cuando nos proponemos consumir poco, con este motor podemos conseguirlo de forma realmente sorprendente gracias a la sexta marcha. En un tramo de más de 60 kilómetros conseguimos bajar de los 4 litros, aunque en las mediciones oficiales que hicimos conseguimos dos décimas por debajo del de la ficha técnica: 4,7 litros nuestra medición a casi 120 km/h. Si vamos algo más sueltos, podemos subirle hasta superar los 7 litros por autopista. En el depósito caben 55 litros.
Dejamos para mañana el diseño interior y exterior, con unas líneas y un colorido que no pasan desapercibidos.
Fotos | Javi Vicente
3 comentarios
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Creo que tambíen había otros dos motores gasolina; un 1.4 de 75 caballos y un 1.6 de unos 90, que no nombras.
Hola Diego,
He estado asegurándome y el A3 nunca ha montado un motor inferior a 100 CV. El primero que montó menos potente fue el 1.6 de 102 CV en 2004.
Los que comentas estaban en la gama de SEAT, pero montados en Audi no.
si es verdad k en esta generacion no se han bajado de los 100 cv pero he de recordar que enla primera geracion hubo un 1.9 Tdi de 90