¡Atención a estos hábitos al volante: podrían dañar el coche!
Muchas acciones pueden causar daños en nuestro vehículo si no adoptamos los hábitos adecuados para preservar su buen funcionamiento a largo plazo, aquí te mostramos como evitarlas
Conducir un automóvil no solo implica estar atento al cuidado de su antigüedad y mantenerlo en óptimas condiciones, sino también adoptar hábitos adecuados que contribuyan a preservar su buen estado para que nos aguante el mayor tiempo posible. Muchos conductores desconocen que ciertas acciones habituales pueden llegar a dañar el funcionamiento del vehículo a largo plazo. Por ello, es fundamental conocer estos hábitos perjudiciales y evitarlos para garantizar una mayor durabilidad y eficiencia de nuestro medio de transporte, ahorrando gastos a nuestro bolsillo.
Modera el uso de los frenos
Uno de los errores más frecuentes es el uso excesivo de los frenos. Los frenos juegan un papel crucial en la seguridad y el funcionamiento de cualquier automóvil, por eso se vuelve esencial conocer las situaciones donde más sufren y se desgastan. Debemos evitar utilizarlos de manera continua o hacer frenadas bruscas, ya que esto conlleva al sobrecalentamiento de los mismos, disminuyendo su capacidad de frenado y aumentando su desgaste.
Lo recomendable es utilizar el freno motor siempre que sea posible, ir reduciendo de marcha y si son pendientes de bajada, jugar con las marchas y estar atentos a la circulación para anticipar situaciones que requieran una frenada brusca, evitando esperar hasta el último momento para actuar.
Calienta el motor antes de arrancar
Revolucionar en exceso el motor cuando está frío también puede ser perjudicial. El aceite del motor juega un papel fundamental en su correcto funcionamiento, si acabas de arrancar tu coche, espera a que el aceite se caliente un poco, al menos 60 segundos, ya que si se encuentra frío, la circulación no será fluida, suponiendo un mayor desgaste si sometemos el motor a altas temperaturas en estas condiciones.
La aceleración progresiva en los primeros compases es importante. Los giros y los acelerones bruscos nada más arrancar pueden afectar negativamente a la mecánica de nuestro coche.
Conducir con la presión adecuada en los neumáticos
Otro hábito que puede afectar negativamente al vehículo es no controlar la presión de los neumáticos. Circular con presiones incorrectas no solo provoca un desgaste irregular, también provoca un desgaste más rápido y un mayor consumo de combustible. Debemos prestar atención a esta recomendación sobre todo si vamos a realizar un viaje largo ya que también aumenta el riesgo de accidentes, afectando en la distancia de frenado y el agarre del vehículo.
Cabe apuntar que una presión demasiado alta tampoco es buena, esto conlleva una pérdida de la superficie de contacto. Pon siempre la presión indicada por el fabricante, que podemos encontrarla en el manual del coche, en la tapa del depósito o en el interior del umbral de las puertas.
Evita baches, bordillazos y badenes a alta velocidad
Es importante evitar golpear los neumáticos contra los bordillos, rozar los flancos o los baches en carretera. Al menos un tercio de todos los daños que sufren los vehículos en el sistema de suspensión, transmisión y neumáticos se deben a los baches que pueden encontrarse en las carreteras, presta especial atención a esto porque estas acciones pueden causar daños internos que podrían desencadenar problemas más graves, como el reventón de un neumático.
Por último, es importante no exceder la velocidad en los resaltos o badenes, especialmente aquellos ubicados en los pasos para peatones. Superarlos a alta velocidad puede desgastar los elementos de la suspensión e incluso provocar golpes en los guardabarros traseros y delanteros.
Cuida la caja de cambios
La incorrecta utilización de la caja de cambios también puede tener consecuencias negativas, sin olvidar que es una de las reparaciones más costosas que podemos encontrar en nuestro vehículo. Mantener una marcha engranada mientras el vehículo está detenido, como en un semáforo, acelera significativamente en el desgaste del embrague, no tengas prisa, tardas un segundo en meter la marcha.
Si el coche está en movimiento, debemos evitar dejar el coche en punto muerto, es mejor dejar una marcha metida y dejarle rodar, así el coche no consumirá, sin embargo, en punto muerto el coche entiende que está al ralentí, con lo cual, aunque sea poca cantidad, la inyección sigue enviando carburante al motor.
Otro factor que influye y poca gente lo hace, consiste en separar el pie del embrague mientras circulamos, este simple gesto puede facilitar un cambio de marcha rápido, pero también puede provocar una avería seria en nuestro vehículo.
Llevar colocada la mano sobre la palanca también puede provocar desgastes prematuros de distintos elementos, como el varillaje del cambio y, si se hace recurrentemente, las marchas pueden empezar a no entrar como deberían.
Asegúrate de que el vehículo está parado antes de meter la marcha atrás, si aún esta en movimiento, puede que escuches un carraspeo en la caja de cambios al meter la marcha, significa que estás dañando la misma.
Vigila el exceso de carga
Circular con el vehículo sobrecargado es otro hábito que puede afectar su funcionamiento, debemos tener en cuenta los límites de peso máximo homologado de carga (Masa Máxima Autorizada (MMA) en la ficha técnica). Cuanto mayor sea la carga transportada, más inestable será el comportamiento del vehículo ante cualquier situación imprevista, y los sistemas de frenos, suspensión y transmisión se verán sometidos a un mayor esfuerzo.
No apures el depósito de combustible
Es aconsejable acudir a la gasolinera antes de que el vehículo llegue a los límites de reserva, no esperes hasta el último momento, acude cuando quede aproximadamente un cuarto de depósito. Si no, la bomba de inyección puede verse comprometida absorbiendo aire en vez de carburante y las impurezas acumuladas en el fondo del depósito, pueden llegar hasta el motor ocasionando que se ensucie y afectando a sus prestaciones y consumo.
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