Aston Martin Rapide E Coches Eléctricos Salón de Shanghai
Con todos ustedes el Aston Martin Rapide E, el primer deportivo eléctrico de la marca inglesa
Tras mantenernos con la incógnita durante varios meses se presenta en sociedad en el Salón de Shanghai el primer 100% eléctrico de Aston Martin, el Rapide E
Su electrificación quizás se ha demorado un poco respecto a los tiempos que maneja la competencia, pero finalmente Aston Martin da el salto inevitable hacia los vehículos eléctricos con la llegada de su primer deportivo 100% eléctrico, el Aston Martin Rapide E. La marca inglesa se lo ha llevado al Salón de Shanghai para presentarlo por todo lo alto y, finalmente tanto nosotros como James Bond, podemos ver sus primeras imágenes oficiales.
La fábrica de Aston Martin ubicada en la localidad galesa de St. Athan, al suroeste de Cardiff, tendrá el honor de ser la sede de electrificación de la marca, por lo que consecuentemente también será la encarga de dar vida a las tan sólo 152 unidades que se fabricarán del Rapide E bajo estricta edición limitada. Además, lo harán en colaboración con Williams Advanced Engineering, por lo que contará con la experiencia adquirida en pista y el respaldo de uno de los equipos míticos de la Fórmula 1.
Con la lona ya quitada podemos ver a un Aston Martin Rapide E que a pesar de su alma eléctrica no pierde un ápice de deportividad y esencia de diseño de la marca inglesa. Sin duda lo que más nos llamará la atención a primera vista será la boca de su parrilla delantera con forma de panal de abeja, dándole una sensación de amplitud que se ve reforzada con el aumento de proporciones que ha sufrido la carrocería, todo ello debido a la necesidad de unas mejores soluciones aerodinámicas por el exterior de su carrocería y no por el interior, algo que si es habitual en un vehículo con motor de combustión dadas sus necesidades de refrigeración.
El conocimiento de Williams Advanced Engineering en materia de aerodinámica también se ve reflejado en el diseño del fondo, capaz de minimizar el aire que entra por el divisor inferior delantero hasta que llega al nuevo difusor trasero, con un diseño más grande y elaborado respecto al Rapide de combustión, algo que se consigue también gracias a la eliminación de la línea de escape. Quizás lo que menos le pegue al Rapide E sea el diseño de sus llantas de aluminio forjado, aunque cabe decir que su diseño le permite tener una mayor eficiencia aerodinámica, a lo que hay que sumar los neumáticos Pirelli P-Zero creados a medida. Todos estos cambios permiten que el Rapide E sea un 8% más eficiente aerodinámicamente respecto a la versión con motor de combustión.
Si accedemos ahora su interior, veremos que el buen gusto de la marca en materia de diseño también se ha trasladado a su primer vehículo eléctrico, salvo en el volante que sigue siendo feo como el demonio, combinándose la tapicería de piel con diferentes entramados de diseño y la fibra de carbono, necesaria para rebajar su peso y conseguir el límite establecido. Pero quizás el cambio más importante lo encontremos en su tablero de instrumentos, totalmente digital gracias a la pantalla digital de 10 pulgadas que proporciona numerosa información al conductor como la carga de la batería, niveles de potencia del motor, rendimiento de regeneración o el consumo de energía en tiempo real.
Sus propietarios contarán también con una aplicación que nos permitirá controlar toda esta información clave desde nuestro smarphone, además de mostrar otra información como la autonomía restante, estado y tiempo de carga, enviar los destinos al Rapide E para tener las rutas planificadas con antelación o el lugar donde lo hemos dejado estacionado. También, como cabe esperar, la aplicación también nos informará mediante recordatorios de los servicios de mantenimiento que se requieran.
El corazón del Aston Martin Rapide E está formado por una batería de 800 V con una capacidad de 65 kWh y recubierta con una carcasa de fibra de carbono y Kevlar, que se encarga de alimentar a dos motores eléctricos situados en la parte trasera que entregan una potencia combinada de 610 CV y un enorme par motor de 950 Nm, que se enviará a las ruedas traseras a través de un diferencial de deslizamiento limitado, además de permitir seleccionar los modos de conducción GT, Sport y Sport + para modificar su rendimiento y respuesta.
Con estas cifras, el Aston Martin Rapide E consigue acelerar hasta los 100 km/h en tan sólo 4,2 segundos y llegar una velocidad máxima de 290 km/h, mientras que su autonomía queda fijada en 320 km según el ciclo WLTP. Las baterías podrán cargarse en casi si totalidad en una hora utilizando el cargador de 400 V y 50 kW, reduciéndose a la mitad si lo hacemos con el cargador de 800 V y 100 kW; mientras que una vez en destino, con el cargador AC de a bordo podremos hacerlo en 3 horas.
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