Aston Martin busca socio para afrontar los retos de la conducción autónoma y la digitalización
Aston Martin busca socio, uno que le permita continuar como fabricante de automóviles de bajo volumen y sobrevivir a la ola tecnológica del coche autónomo
Está visto que sólo con los avances que introduce el departamento «Q» no bastan. La mítica marca favorita del agente 007 busca un socio que le permita afrontar con garantías las fuertes inversiones que precisan las nuevas tecnologías que demandan tanto la era digital como la futura conducción autónoma y que además permitan a Aston Martin continuar en el mercado como una marca fabricante de pequeñas series de modelos.
Según Andy Palmer, consejero delegado de Aston Martin, «Estamos creando un nuevo tipo de compañía. Uno que pueda sobrevivir produciendo entre 7.000 y 14.000 automóviles rentables, muy rentables cada año, pero que pueda sobrevivir y perdurar gracias a sus acuerdos asociaciones con otros fabricantes». Unas cifras de producción que pueden hacer de Aston Martin una empresa muy rentable con esa producción de entre 7.000 a 14.000 unidades por año, pero solo teniendo un hermano mayor que pueda anularlo.
El pasado lunes Aston Martin dio a conocer sus resultados en 2017, Según el informe presentado, la empresa de Crowe habría ganado durante el pasado año unos 121 millones de euros, 87 millones de libras, antes de impuestos. Unos resultados ciertamente gratificantes, especialmente si tenemos en cuenta que Aston Martin perdió nada menos que 163 millones de libras en el ejercicio anterior, el correspondiente a 2016.
La producción de nuevos modelos y los resultados obtenidos en 2017 contribuyen a consolidar la recuperación de la marca británica antes de vender parte de su capital al mejor postor. Según informa Bloomberg, Aston Martin estaría considerando vender un paquete de capital de la compañía valorado en unos 5.650 millones de euros (5.000 millones de libras esterlinas).
El grupo Daimler (propietario de Mercedes-Benz y Smart) tiene actualmente el 5 por ciento del capital de Aston Martin y ambas grupos están desarrollando conjuntamente una sociedad que se dedica a desarrollar capacidades de conducción autónoma, aunque no parece que, a la vista de los actuales movimientos accionariales en el Grupo Daimler vayan a acometer nuevos proyectos antes de consolidar su accionariado. En todo caso y según lo manifestado por Palmer lo que Aston Martin precisa es «apoyo industrial para mantenerse a la vanguardia en la tecnología«.
Aston Martin busca actualmente introducirse en el lucrativo segmento de los vehículos utilitarios deportivos con un nuevo modelo que próximamente dará a conocer y también planea introducir un nuevo automóvil eléctrico, el RapidE en su gama que llegaría en 2019. Además, trabaja actualmente en el desarrollo de tres nuevos modelos, entre ellos dos sedanes, en el segmento de lujo, para reactivar una de sus gamas más conocidas: Lagonda.
La situación de Aston Martin no es nueva en el segmento de los superdeportivos y las marcas de lujo, pues las grandes marcas presentes en él han tenido que ir integrándose en grupos más amplios y potentes para poder sobrevivir y hacer frente a los elevados costes de la necesaria tecnología de futuro que todos ellos precisan instalar a bordo de sus modelos para afrontar los grandes retos que se avecinan: reducción de emisiones, electrificación, digitalización, coche autónomo, big data, etc. Así lo hicieron antes marcas como Lamboghini y Bugatti, integradas actualmente en el Grupo Volkswagen; Ferrari y Maserati, integradas en el grupo FCA o la más reciente adquisición de Lotus por parte de Li Shufu, el millonario empresario chino propietario del Grupo Geely, que acaba de adquirir la semana pasada nada menos que el 9,7 por ciento del grupo Daimler.
Aston Martin también estuvo hace apenas un mes buscando un nuevo socio para crear una empresa conjunta en China con la que producir su futuro coche eléctrico, el RapidE en el país oriental y poder entrar así a competir en el mayor mercado del automóvil del mundo.
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