Así es el prototipo de Mercedes-Benz que deja obsoleto cualquier coche eléctrico conocido hasta la fecha

Se llama Mercedes-Benz Vision One-Eleven, y si hacemos una lectura entre líneas de sus características técnicas, puede que estemos ante mucho más que un prototipo que reinterpreta la serie de vehículos experimentales C111 que con la que la marca sorprendió en los años 60 y 70. Los más veteranos y los aficionados al diseño automovilístico seguro que los recuerdan o han oído hablar de ellos: además de sus impresionantes y aerodinámicas carrocerías, esta serie de prototipos ensayaban nuevas tecnologías en su época, como la aplicación de motores Wankel o turbodiésel, los retos de implementar un sistema de puertas en alas de gaviota, la utilización de materiales como la fibra de vidrio…

Ahora, Mercedes-Benz nos presenta su Vision One-Eleven, manteniendo exactamente la misma filosofía. Su innovador sistema de propulsión bien podrían ser un estándar en muy pocos años en los futuros coches eléctricos. Y no solo en los de altas prestaciones.

Motores eléctricos de flujo axial: más potencia y más eficiencia con menos tamaño

El Vision One-Eleven está propulsado por dos motores eléctricos, uno para cada rueda trasera. Hasta aquí nada especial. Pero si te digo que estos motores no son como los que se utilizan en la actualidad en prácticamente todos los coches eléctricos a la venta en el mercado, la cosa ya da qué pensar. Mercedes ha recurrido al especialista británico en motores eléctricos YASA, con sede en Oxford, y filial al 100% de la marca de la estrella desde hace dos años. Junto a esta empresa, Mercedes está desarrollando esta nueva generación de motores de flujo axial de cara a su futura producción a gran escala.

Sin entrar a fondo en una farragosa explicación técnica, te diré que este tipo de motores se caracteriza por ser mucho más ligeros y compactos que los «convencionales» de flujo radial… ¡multiplicando su potencia y con ventajas en cuanto a duración! Imagínate las posibilidades que ofrece esto a los ingenieros: motores que con la misma potencia ocupan menos espacio y pesan hasta una tercera parte. Sólo tienes que fijarte en la imagen para ver las diferencias.

Que Mercedes-Benz y YASA ya han  resuelto el desafío técnico que supone fabricar un motor de este tipo es un hecho: la marca ya anuncia que su futura generación de motores de flujo axial se producirá en su factoría de Berlín-Marienfelde. En principio, estos motores irán destinados a vehículos de altas prestaciones. Pero no creo que tardemos mucho en ver sus ventajas aplicadas también a coches más «terrenales».

Además, Mercedes-Benz presume en su prototipo de un nuevo concepto de batería orientada al rendimiento que utiliza celdas cilíndricas de alto rendimiento con una química especial, inspirada en la tecnología que se utiliza en la Fórmula 1.  No hay datos de capacidad o densidad de energía de la batería, como tampoco los hay del coche. Pero seguramente que volvemos a hablar muy pronto de la combinación de motores axiales con estas nuevas baterías

Conducción autónoma y realidad virtual

Por lo demás, hay que reconocer que, desde el punto de vista del diseño, la reinterpretación que ha realizado Mercedes-Benz es sensacional. Ahí están esos guiños al modelo original con la forma de los faros, las puertas articuladas en el techo, su aerodinámica carrocería de tan solo 1,17 metros de altura… y cómo no, el mítico y reconocible color naranja, en este caso todavía más intenso que el del C111, y con la propiedad de cambiar en función de cómo incide la luz sobre la carrocería.

El interior hoy en día ya no puede calificarse de futurista, sobre todo después de ver las últimas creaciones de la marca de la estrella. Pero su condición de coche autónomo obliga a ciertas características que lo convierten en todo un «transformista»: asientos con respaldos verticales y pantalla táctil orientada hacia el conductor en el modo «race», y asientos integrados en la arquitectura interior cuando se decide que sea el coche el que tome los mandos y se adopta una configuración «salón», en el que no podía faltar la realidad aumentada para crear una experiencia de usuario única en cuanto los pasajeros se colocan las gafas Magic Leap 2 diseñadas al efecto.

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