Así es la función de cambio automático de carril de Mercedes-Benz que permite adelantamientos de forma autónoma
Con la nueva función ALC de cambio automático de carril, los conductores de vehículos Mercedes-Benz no tendrán que preocuparse ni del intermitente: circulando por autopista, su coche adelantará de forma automática.
Disponible actualmente en los Mercedes-Benz Clase C, Clase E y Clase S, además de en todos los modelos de la marca de la estrella de la serie EQ en los mercados de EE-UU. y Canadá, la función ALC de cambio automático de carril (Automatic Lane Change) estará disponible próximamente también en el mercado europeo. Su estreno llegará con las primeras unidades de la nueva Clase E, prevista para este mismo verano.
Adaptada a las peculiaridades del tráfico europeo, esta función ALC, que forma parte del sistema de asistencia DISTRONIC, se añade a los sistemas de asistencia a la conducción que se engloban dentro del nivel 2 SAE para Europa, también conocido como nivel 2+. Recordemos que Mercedes-Benz es el único fabricante que ofrece un sistema de conducción automatizada nivel 3 SAE homologado con validez internacional con su Drive Pilot, que permite ceder las tareas de conducción (dirección, acelerador y freno) al sistema en situaciones de tráfico denso o atascos hasta una velocidad de 60 km/h.
En la actualidad, esta tecnología, de la que también disponen otros fabricantes como Audi o Tesla, por ejemplo, no puede utilizarse todavía en España.
Adelantamientos automáticos: te olvidas hasta del intermitente
Sí podrá utilizarse desde el primer momento el ALC, que no llega a ese nivel 3 de asistencia todavía «prohibido» en nuestro mercado. Frente a otros sistemas similares ya existentes, lo que diferencia al ALC de Mercedes-Benz es que el conductor no tiene que indicar la intención de realizar un adelantamiento accionando el intermitente. El sistema detecta los vehículos que circulan más lentos por delante y, con el Distronic activo, puede iniciar por sí mismo un cambio de carril en un rango de velocidad de entre 80 y 140 km/h, de forma completamente automática, siempre y cuando se disponga de suficiente espacio.
El conductor no tiene que preocuparse ni siquiera de activar el intermitente, pues es el propio vehículo el que monitoriza los carriles adyacentes, el tráfico que se acerca por detrás o la posible presencia de un vehículo en el ángulo muerto. En caso de poder realizar la maniobra, activa el intermitente, cambia de carril, adelanta al vehículo más lento y vuelve a recuperar su posición en el carril nada más superarlo. Los únicos requisitos para que el sistema funcione son circular en carreteras tipo autovía o autopista con señalización de carriles, carriles direccionales separados y límites de velocidad señalizados.
Eso sí, hablamos de un sistema de asistencia de nivel 2, por lo que el conductor debe mantener en todo momento las manos en el volante.
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