Antigüedad, un problema demostrado: el 70% de las averías se da en coches de más de 10 años

Que la elevada antigüedad del parque móvil español supone un grave problema para la seguridad es un hecho lo atestigua el que siete de cada diez averías que se producen en los automóviles se generan en los coches con más de diez años de edad desde su primera matriculación, mientras que, por el contrario, apenas una de cada diez averías se producen en los coches con entre uno y cinco años de edad.

Según datos del sector, el 60 por ciento de los vehículos que circulan por España tiene 10 o más años de edad. O sea, que en cualquier momento te puedes cruzar con uno de esos 15.239.000 vehículos responsables del 70 por ciento de las averías que sufren nuestros coches. Averías que mayoritariamente afectan a elementos tan vitales como el embrague, los distintos componentes del equipo de frenado, los sistemas de seguridad y el tubo de escape.

Estos son los principales datos obtenidos por el estudio realizado por Autingo, plataforma web comparativa de precios de las reparaciones en taller de toda España, en el que se han analizado más de 14.300 solicitudes de presupuesto de reparación efectuadas a través de internet por su web durante los últimos meses.

Según Pedro Sanz, director general de Autingo, «El desgaste por uso a lo largo de los años trae consigo averías de lo más normales para un vehículo que va quedando anticuado, pero en ocasiones no llevar a cabo el mantenimiento adecuado conlleva a la aparición de averías que pueden agravar aún más la situación y poner en riesgo la seguridad al volante».

Las averías más comunes en coches antiguos son de desgaste: frenos, correa de distribución, embrague y tubos de escapeSegún el estudio el 70% de las averías presupuestadas afecta a vehículos con más de diez años, de los cuales un 57% ronda entre los 10 y 15 años, mientras que un 34% tiene entre 16 y 20 años y un 9% contaba con más de 20 años de antigüedad.

Como averías más comunes detectadas, el informe destaca el desgaste de la correa de distribución, una avería fácilmente evitable realizando un mantenimiento adecuado pero cuya rotura puede dañar gravemente el motor. La antigüedad también afecta gravemente al embrague y los distintos componentes del sistema de frenos, reduciendo de forma importante su efectividad y capacidad de uso. Igualmente, elementos tan importantes para la seguridad como son los anclajes de los cinturones y las averías en los tubos de escape son propensos a acusar importantes desgastes y fisuras con el tiempo que pueden afectar gravemente a sus funciones, razón por la cual es conveniente revisarlos periódicamente.

Por contra, según los datos del informe, solo una de cada diez averías se produce en turismos de entre 1 y 5 años (sólo el 14% del parque español tiene esa edad). Los coches modernos cuentan con más componentes y son más complejos que los antiguos. Algunas de las averías se han erradicado por completo, pero han aparecido otras de nueva generación como los fallos presentados en los sistemas multimedia, navegadores e interfaces de entretenimiento.

Igualmente, también son importantes las averías relacionadas con el catalizador o el filtro de partículas que se producen en los sistemas anticontaminación de los vehículos nuevos. Averías que si bien no son importantes en número si lo son en función tanto del elevado coste de reparación de las mismas como por las consecuencias de cara a la contaminación del aire.

En los coches de nueva generación otra avería frecuente detectada por el informe suelen ser las provocadas en los volantes de inercia del embrague de dos masas.