Analizamos el nuevo Audi A5 coupé al detalle

Nueve años. Ese es el tiempo que Audi ha comercializado la primera generación del coupé Audi A5. Llegaba al mercado en 2007 para atacar a un nicho de mercado que la marca había dejado en segundo plano desde hacía varios años, combinando la elegancia de la que siempre presume la marca de los cuatro aros con una deportiva silueta de coupé.

Los seguidores de la marca estaban esperando con impaciencia la llegada de esta nueva generación que, aun siendo fácilmente reconocible como un Audi A5, trae una imagen más actual que gana muchos enteros y un conjunto cargado de tecnología incorporando las últimas actualizaciones vistas en sus hermanos de gama.

También aumenta su tamaño exterior y, lo que es más importante, su distancia entre ejes, que repercute positivamente en el espacio para los ocupantes. El peso total se reduce hasta en 60 kilos dependiendo de las versiones, lo que afecta a una mayor agilidad y menores consumos.

Diseño

Como decíamos, su diseño le hace fácilmente reconocible como un Audi A5, y es que guarda parecidos con su predecesor, por lo que quizás puede pecar de continuista. Pero, si algo funciona, ¿por qué lo vas a cambiar? De todos modos, sus nuevas formas le dotan de una mayor anchura visual tanto en el frontal como en la trasera.

El diseño es un tanto continuista, pero acertadoEn la parte delantera vemos como los diseñadores han optado por “achatar” la parrilla Singleframe marca de la casa, reduciendo su altura pero aumentando su anchura. Los faros también cambian respecto a los de su predecesor teniendo una forma menos rectangular con un ligero arqueo en la zona superior y en la terminación sobre la aleta. El capó cuenta con cuatro marcados pero sutiles nervios que lo recorren longitudinalmente, ganando también curvatura.

Si vemos el coche de costado, volvemos a apreciar esa mayor curvatura de la que hablábamos. Las líneas curvas y suaves empiezan en el capó hasta morir en el pequeño alerón de la tapa del maletero. El nervio principal que transcurre desde los faros delanteros hasta los pilotos de luces posteriores aporta una mayor sensación de fluidez, mientras que la marcada nervadura inferior que comienza al principio de la puerta delantera, en su parte baja, y termina en el paso de rueda trasero consigue una alta imagen dinámica.

Ya en la parte trasera de la carrocería, volvemos a encontrarnos con un conjunto que recuerda a la anterior generación, pero que aporta nuevamente una mayor sensación de anchura. Esto lo han conseguido gracias principalmente a los anchos faros de baja altura y al mayor marcado de las líneas horizontales que recorren el paragolpes y el maletero.

Sin sorpresas en el habitáculoDejamos el exterior y pasamos al habitáculo. Dice Audi que el espacio ahora es superior al del Audi A5 saliente, tanto en las plazas delanteras como en las traseras, además del espacio de carga del maletero que gana 10 litros llegando hasta los 465 litros.

El interior es muy similar a las nuevas creaciones de Audi y prácticamente idéntico al del Audi A4. Seguimos viendo líneas horizontales por todo el salpicadero, junto a materiales de calidad. Destaca el Audi Virtual Cockpit (opcional) con pantalla TFT de 12,3 pulgadas y alta resolución para el cuadro de relojes. En lo alto de la consola central tenemos una nueva pantalla de 8,3 pulgadas a través de la que gestionamos todo el sistema de conectividad e infoentretenimiento del vehículo además de múltiples ajustes del mismo.

Mecánicas

Cinco motorizaciones más el potente Audi S5Si nos olvidamos del Audi S5, que también ha sido presentado junto al Audi A5, encontramos una gama de motorizaciones compuesta inicialmente por cinco motorizaciones diferentes, dos de gasolina y tres diésel. Los de gasolina (TFSI) rinden unas potencias de 190 y 286 caballos, mientras que en la gama diésel Audi (TDI) sólo ha facilitado la potencia de dos de ellos, 218 y 286 caballos.

El deportivo Audi S5 utiliza un motor V6 sobrealimentado de 3 litros que rinde 354 caballos, es decir, 21 caballos más que en la anterior generación. Esto le permite unas explosivas aceleraciones como la realización del 0 a 100 km/h en 4,7 segundos.

En cualquier caso, la marca alemana afirma que consiguen aumentar hasta un 17 % la entrega de potencia, reduciendo en un 22 % el consumo de combustible.

Dependiendo de las motorizaciones podremos escoger entre las distintas transmisiones: el cambio manual de seis velocidades, el doble embrague robotizado de siete marchas o bien el tiptronic de ocho relaciones. Tanto el manual como el S tronic de siete velocidades se utilizan en los motores de cuatro cilindros y en el 3 litros TDI de 218 caballos. El Tiptronic queda reservado para el diésel más potente y el Audi S5, que además vienen de serie con la tracción integral quattro.

Chasis

Audi ha partido de cero en la puesta a punto del chasis del Audi A5. Opcionalmente se puede solicitar una suspensión electrónica que el conductor puede variar gestionando los distintos modos de conducción con el Audi drive select.

Igualmente la dirección es adaptativa en función del tipo de conducción, la velocidad del vehículo y el modo de conducción seleccionado; variando su dureza y, opcionalmente, también su desmultiplicación.

Tecnologías, asistentes a la conducción y equipamiento

El nuevo A5 incorpora todas las tecnologías que ya vimos recientemente en el nuevo Audi A4. Entre ellas podemos destacar el ya citado Audi virtual cockpit, aviso de cambio involuntario de carril, control de crucero adaptativo con función de atascos, asistente de esquiva, aviso de tráfico cruzado al salir de un estacionamiento o el reconocimiento de señales entre otros.

Los faros delanteros pueden incorporar iluminación LED y Matrix LED, aunque de serie son de xenón. Los pilotos traseros también recurren a la iluminación LED. No faltan el sistema de audio Audi MMI radio plus, bluetooth y los distintos modos de conducción.

Su llegada al mercado está prevista para después del verano, aunque la marca todavía no ha querido facilitar precios.

Fuente | Audi