Alquiler de furgonetas en tiempo de crisis
A la hora de afrontar una crisis, la gestión del gasto es fundamental en una empresa y el método del alquiler se plantea como una alternativa muy viable.
La crisis del Covid-19 ha obligado a muchas empresas y autonómos a reinventarse y a buscar nuevas fórmulas para sobrevivir. Los profesionales buscan salidas alternativas como el alquiler de furgonetas con el objetivo de optimizar los gastos y sacar hacia adelante sus negocios en esta díficil situación.
Son muchos los sectores que utilizan en su día a día furgonetas para el transporte de mercancías y ello implica una renovación periódica de la flota de vehículos. Pero en un momento tan delicado como el actual, donde las posibilidades de crecimiento se han limitado y el futuro es incierto, la opción del alquiler gana peso y se presenta como la mejor opción para poder asegurar el volumen de trabajo similiar a los meses previos a la crisis, pero sin la obligación de hacer una fuerte inversión económica que signifique una hipoteca durante los próximos años.
La crisis actual no tiene precedentes debido a su carácter global y excepcional; y es extremadamente complejo predecir el futuro económico y social. Realizar una inversión fuerte en movilidad conlleva riesgos innecesarios, ya que existen otras alternativas más fiables en cuanto a rentabilidad económica y que al fin y al cabo ofrecen la misma función.
Cada vez son más los profesionales y pymes que se decantan por el alquiler de furgonetas, una idea que no implica arriesgar el capital en un momento de incertidumbre, ya que no pueden saber con certeza si rentabilizarán este gasto en el corto y medio plazo.
Esta necesidad ha provocado la demanda de servicios de empresas como Covey Alquiler, especializadas en el alquiler de furgonetas y carrozados. Esta compañía trabaja en dieciocho ciudades del territorio español y tiene una flota de más de dos mil vehículos que pone a diposición, de una forma rápida y sencilla, y a precios económicos. Los usuarios encuentran en esta opción grandes ventajas, ya que pueden alquilar el vehículo únicamente durante el tiempo que necesitan, desde un día hasta los cinco años. De esta manera, los profesionales solo pagan el periodo que necesitan y en una situación donde resulta muy complejo prevenir el futuro de la economía y de las posibilidades del empleo esta idea es idónea y evita problemas añadidos.
Alquilar una furgoneta evita también una inversión económica y de tiempo extra que sí que hay que hacer cuando se dispone del vehículo en propiedad como los gastos de seguro o mantenimiento. La pérdida de valor de un vehículo se reduce a casi la mitad cuando ha transcurrido un año desde su compra y en el caso del ámbito profesional, este proceso se acelera debido al continuo desgaste. Si se opta por el sistema del renting, en cambio, es posible disponer siempre de modelos nuevos que se pueden adaptar a las distintas necesidades, ya que las empresas de alquiler ofrecen todo tipo de vehículos, con distintos tamaños y tonelajes. El profesional, por tanto, puede ir cambiando de furgoneta en función del tipo de trabajo que le surja y esta idea, en tiempos de crisis donde el nivel de trabajo es cambiante, es la mejor elección.
Deja un comentario