Algunos consejos para mantener activo el aire acondicionado de tu coche
Llega el buen tiempo y hay que prepararse para el calor, ya que las altas temperaturas nos invitan a conducir con el aire acondicionado en marcha y soltando aire frío para no agobiarnos con lo que nos espera durante nuestros desplazamientos, así que te damos algunos consejos para tenerlo a punto
Hemos llegado a la primavera y antes de que nos demos cuenta estaremos en verano. Ha llegado el momento en que la temperatura sube de manera rápida y durante buena parte del día, por lo que comienza a ser necesaria la utilización del aire acondicionado. Pero ¿sabes si lo estás utilizando bien y qué debes hacer para tenerlo en perfecto estado para afrontar el verano? Te vamos a dar algún consejo para que saque el calor del habitáculo del coche y podamos estar fresquitos mientras circulamos.
Primero, hay que saber cuándo utilizar el aire acondicionado. Lo normal es que lo pongamos en marcha nada más arrancar el coche para que refresque rápidamente la cabina. Lo ideal es que antes se reduzca la temperatura en él, para que no trabaje de forma demasiado forzada. Para hacerlo, hay que bajar las ventanillas para que circule el aire y reduzca la temperatura. No hará que no haga calor, pero la temperatura no será más alta que en el exterior. De esta manera se conseguirá que el efecto del aire acondicionado será más efectiva.
Antes de comenzar a utilizarlo de forma frecuente, es mejor revisar su funcionamiento, para asegurarse que no está obstruido y que no hace mal olor al ponerse en funcionamiento. Si se detecta este olor, puede deberse a que hay una acumulación en el sistema de refrigeración y acredita la presencia de hongos, bacterias y polvo. Habrá que limpiarlo, y asegurarse de que el filtro de habitáculo está limpio, ya que esto repercute de forma directa en nuestra salud.
Es importante tener el filtro del aire acondicionado limpio para que funcione correctamenteEste es el encargado de filtrar el aire que sale por los conductos, eliminando del mismo todos estos microorganismos. Debe de estar siempre limpio y si es necesario, cambiarlo una vez al año o cada 15.000 kilómetros recorridos. Hay que recordar que estos límites se pueden reducir si se circula habitualmente por caminos llenos de polvo que puedan obstruirlo y entorpecer su función.
Si el coche equipa un aire acondicionado manual o semiautomático no habrá manera de que realice un autodiagnóstico, por lo que no habrá ninguna luz que indique que existe una avería en el circuito o un malfuncionamiento. Así que se tendrá que comprobar que funciona con el tiempo suficiente para poder llevarlo al taller y que resuelvan allí cualquier problema que exista.
Si se trata de que el aire acondicionado no produce suficiente frío, la solución puede pasar por la carga de gas, que en cualquier taller se puede realizar por unos 35 euros. Hay que recordar que la temperatura ideal en verano suele considerarse entre los 22 y 24 grados centígrados y que mantener una temperatura más baja puede hacer que se consuma hasta un 20% más de gasolina, por lo que no es nada recomendable. Además, el contraste entre la temperatura exterior y la interior puede resultar perjudicial para la salud y hay que tener cuidado con ello.
Si te preguntas cuándo es mejor bajar las ventanillas que utilizar el aire acondicionado, te comento que para bajar la temperatura del interior del coche suele bastar con crear una corriente de aire. Es decir, circular con dos ventanillas enfrentadas bajadas suele ser suficiente para igualar la temperatura exterior con la interior. Si se circula a una velocidad de unos 50-60 km/h incluso se puede reducir la sensación térmica gracias al aire.
Obviamente, no se conseguirá reducir la temperatura del exterior pero sí lograr una sensación más agradable que antes de mover el vehículo. En cuanto se supere una velocidad de unos 80 km/h, es cuando se deben cerrar las ventanillas y conectar el aire acondicionado, ya que el consumo de gasolina es mayor por la fricción del aire que el que se produce al tener el aire acondicionado en marcha.
Para mantenerlo en buenas condiciones hay que ponerlo en marcha también en invierno, para que circule el aire y existan problemas cuando se tenga que usar de continuo. Además de poder percibir cuando no funciona bien y tener tiempo de solucionar este problema, es una herramienta muy efectiva para desempañar los cristales en invierno rápidamente.
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