Alfa Romeo no alcanza sus objetivos pero reduce sus pérdidas considerablemente

En 2014, Sergio Marchionne, CEO de FCA y Alfa Romeo, anunciaba el camino de la marca del biscione en lo que él mismo calificó de «renacimiento». Sus previsiones: Alfa vendería 400.000 unidades al año en 2018, fecha en la que habría lanzado al mercado 8 nuevos modelos. La realidad es que los resultados de Alfa Romeo no pueden estar más lejos de las previsiones realizadas.

De entrada, Alfa únicamente ha lanzado al mercado dos modelos desde 2014, Giulia y Stelvio, es decir, seis menos de los prometidos y a día de hoy las previsiones de lanzamientos siguen sin estar confirmadas por la marca.

Y las cosas no van en la línea de lo prometido por Marchionne, pues a estas alturas y aunque Alfa Romeo sigue sin facilitar cifras de producción o ventas de sus modelos, la Federazione Italiana Metalmeccanici indica que la producción de la marca del biscione ascendió a 150.722 unidades en 2017, un salto notable respecto de la producción de 2016, cuando Alfa produjo 93.117 unidades, (cifras que según Jato se reducen a 118.000 unidades en 2017 frente a las 71.700 alcanzadas en 2016) pero que muestran cifras muy lejanas a las prometidas por Marchionne.

Alfa Romeo está muy lejos de sus objetivos. Los bajos niveles de ventas, el retraso en la presentación de nuevos modelos y las fuertes inversiones que la marca italiana está realizando en el desarrollo de los nuevos productos que prepara basados en la nueva plataforma Giorgio han provocado un año más que Alfa Romeo no alcance su objetivo de beneficios en 2017. Alfa necesita más volumen de ventas para poder cumplir sus objetivos a final de cada mes.

En 2018 podría cancelar su deuda y generar 4.000 millones en efectivoEn todo caso, pese al bajo nivel de ventas, lo cierto es que Alfa Romeo, al igual que todo el grupo FCA, está reconduciendo su situación económica. Según declara el propio Marchionne, «las pérdidas se están reduciendo» y esa es una gran alegría para los inversores de la marca, que permanecen fieles y esperanzados en el nuevo rumbo que la misma ha tomado.

Alfa necesita incrementar su volumen de ventas y para ello introducirá próximamente un segundo modelo crossover en su gama, así como también tiene un plan para el segmento C, donde el nuevo Giulietta además de contar con una plataforma derivada de la que utilizan tanto el Giulia como el Stelvio, también incorporará probablemente tanto una nueva silueta hatchback a su gama, como nuevas versiones con propulsión trasera.

En cuanto al 4C, le ha llegado el momento de actualizarse y, aunque no se esperan grandes cambios se habla de la posible incorporación en el mismo de la mecánica 1.75 Turbo cuatro cilindros de 240 CV e incluso de la posibilidad de crear un nuevo modelo deportivo, el 6C como posibles alternativas.

Modelos tipo SUV y deportivos, la apuesta de Alfa para salir de pérdidas

Finalmente, Alfa tiene claro que en el mercado de hoy es necesario contar con modelos tipo SUV para poder ser competitivos y hacer frente tanto a la demanda de este tipo de modelos como a la cada vez más dura y fuerte competencia que hay en estos segmentos. La novedad vendrá dada por un nuevo modelo SUV, en esta ocasión de 7 plazas, también desarrollado a partir del Stelvio. Será un modelo de mayor tamaño, con una distancia entre ejes más amplia y con tres filas de asientos en configuración 2+3+2. Este nuevo modelo llegaría en 2020. Antes, durante este mismo año 2018, la gama del Stelvio incorporará la esperada variante Quadrifoglio, dotada con motor V6 gasolina 2.9 litros biturbo de 510 CV.

Para Marchionne, las dificultades de Alfa Romeo en 2017 han venido dadas la ralentización de las ventas en los mercados chino y norteamericano y por la insuficiente red de ventas que Alfa Romeo dispone, especialmente en comparacíon con otras marcas del grupo FCA, como es el caso de Jeep, la actual «niña bonita» del grupo italoamericano, que es la marca que más inversión ha recibido de cuantas componen FCA.

Según ha declarado recientemente Marchionne, «Alfa todavía está en la guardería y su reactivación va a llevar por lo menos hasta 2022«, es decir, cuatro años más de lo previsto inicialmente en 2014, por lo que habrá que esperar hasta entonces para averiguar el valor real de Alfa Romeo y su aportación al Grupo FCA.

En todo caso, el Grupo FCA ha estado reorganizando algunas de sus factorías en los EE.UU., gracias a lo cual podrá próximamente acometer en ellas la producción de vehículos deportivos y SUVs, a la vez que cesa la de turismos de carrocería sedán que ya no le son rentables.

Gracias a esa reorganización el Grupo ha conseguido recortar enormemente su abultada deuda durante 2017, lo que permitirá a FCA reducir la brecha con rivales como GM y Ford. Según Marchionne, FCA podría cancelar toda su deuda en 2018 y generar 4.000 millones de euros de efectivo neto antes de final de año. «El pronóstico para 2018 es una indicación de lo que puede producir esta máquina. Vamos a dirigir nuestro negocio y vamos a correr mucho«, aseveró Marchionne. «Ahora, —dijo— estamos luchando con nuestros competidores con armas iguales desde el punto de vista financiero». En junio, Marchionne —que dejará la presidencia del Grupo FCA a primeros de 2019— presentará la futura estrategia del Grupo hasta 2022 y dará a conocer el nombre de su sucesor al frente del grupo Fiat-Chrysler.