Los grandes fabricantes alemanes y Ford se alían para crear una Red de Carga Eléctrica de Alta Potencia en autopistas

Que el futuro de los automóviles pasa por la movilidad eléctrica es algo que ya nadie evita negar, quizás veamos algunas otras variantes como el hidrógeno, pero todo indica que la inmensidad de los vehículos acabarán siendo totalmente eléctricos. Los catálogos de las marcas cada vez más incluyen modelos eléctricos, aunque a pesar de los beneficios fiscales y medioambientales sus ventas no resultan por el momento llamativas.

Las causas deberíamos buscarlas en el quizás elevado coste que todavía tiene un coche eléctrico que nos aporte ventajas en el día a día, pero más aun en la escasa autonomía que tienen respecto a un vehículo de combustión y, en consecuencia, en la falta de una infraestructura que nos permita recargar los vehículos eléctricos de una manera rápida y sin devanarnos los sesos buscar un lugar donde hacerlo.

Los gobiernos apenas se mueven para crear estas infraestructuras (por lo menos en España), sea por intereses con petroleras o por motivos económicos derivados de la crisis, por lo que las marcas de automóviles son las que están llevando a cabo planes en esta materia, véase el ejemplo de Tesla y sus Supercargadores. Los siguientes que han anunciado movimientos son los tres grandes fabricantes alemanes, Mercedes, el Grupo BMW, el Grupo VAG con Audi y Porsche a la cabeza, y Ford.

La asociación de todos ellos les ha llevado a promover la creación de una Red de Carga Eléctrica de Alta Potencia en Autopistas, con el objetivo de que los usuarios podamos movernos por las principales autopistas y autovías de Europa con un vehículo totalmente eléctrico y sin problemas para su recarga. El inicio de este proyecto es inminente y todos ellos serán socios a partes iguales, aunque lógicamente animan a que otras marcas también formen parte de esta sociedad.

La característica principal de esta Red de Carga Eléctrica de Alta Potencia es que gracias a la carga continúa de hasta niveles de 350 Kw reducirá drásticamente los tiempos de carga actuales, además de estar situada en puntos estratégicos que permita a los conductores de vehículos eléctricos sentirse como si estuvieran en una estación de servicio convencional. Esta red de carga estará basada en la tecnología estándar de Sistema de Carga Combinada, conocida también por las siglas CCS.

Como os decía más arriba, el proyecto está consolidado entre todos los socios y su implantación pretende ser inminente, de hecho si los planes no se tuercen en el 2017 deberían instalarse 400 estaciones de recarga en Europa según el objetivo inicial. Mientras que para el 2020 las estaciones de esta red de carga deberían de contarse por miles en todo el continente.

Fuente | Ford