Adiós a 60 años de innovación, PSA valora la desaparición de la suspensión hidroneumática

PSA (Peugeot-Citroën) siempre se ha caracterizado por la importante carga tecnológica de sus modelos, ya desde hace varias decenas de años.

Citroën ha sido un gran exponente de esa tecnología, ofreciendo desde siempre numerosas innovaciones en sus lanzamientos más representativos.

Un elemento que siempre ha identificado a Citroën ha sido la suspensión hidroneumática, innovación que se lanzó al mercado hace 61 años con el Traction Avant 15H de 1954, cuyo eje trasero equipaba un sistema hidroneumático que permitía además modificar su altura.

Con el paso de los años, el sistema hidroneumático de Citroën se fue perfeccionando, montandose en numerosos modelos tanto de Citroën como de Peugeot, como los Citroën DS, GS, BX, Xantia, XM, C5 o C6, o el Peugeot 405 Mi16 4X4.

En los últimos modelos de la marca, el C5 y C6, el sistema estaba ya controlado electrónicamente de manera que el confort y la estabilidad estaban fuera de toda duda, ofreciendo un nivel sensiblemente superior al de otros modelos de sus respectivos segmentos. Sin embargo, parece que esta genial idea ha llegado a su fin dentro de PSA, que casi con total seguridad dejará de utilizarla cuando el actual C5 desaparezca.

Este hecho se produce principalmente por el alto coste de fabricación de este sistema, que en principio podrían haber montado los modelos de la gama DS, al menos el DS 5, sucesor espiritual de los buques insignia de la gama de Citroën. Sin embargo, los actuales -y futuros- DS montarán un sistema de suspensión convencional.

Como mucho se espera la incorporación de sistemas electrónicos de amortiguación capaces de modificar su dureza, una solución que, si bien es a día de hoy relativamente popular en la industria automovilística, no tiene el «encanto» del sistema hidroneumático que tantas alabanzas le ha valido a PSA a lo largo de todos estos años.

Vía | europe.autonews.com