Abarth 595 Scorpioneoro y 595 Monster Energy Yamaha, dos ediciones especiales solo para unos pocos aficionados muy apasionados

Quedan pocos coches como los de Abarth, deportivos sin contemplaciones cuyo fin es llenar el alma de pasión, el oído de devoción y la vista de deseo puesto que, como si de un pequeño frasco de las más excitantes esencias se tratara, los modelos de la firma italiana son objetos de adoración por los aficionados a la conducción deportiva contenida en vehículos de dimensiones reducidas y sensaciones desbordantes y las ediciones especiales, como la evocadora Abarth 595 Scorpioneoro y la competitiva Abarth 595 Monster Energy Yamaha más aún.

Abarth 595 Scorpioneoro

Y, si además de aficionado a la automoción emocional se es aficionado a la historia del automovilismo y más aún, del que recoge hazañas o épocas doradas en un pasado en blanco y negro, el Abarth 595 Scorpioneoro es toda un homenaje a la historia dorada de una marca vinculada  las carreras.

Así, el Abarth 595 Scorpioneoro muestra una configuración estética que evoca al Autobianchi A112 Gold Ring negro y dorado cuya base tomaba el diseño de Bertone y modificaba el especialista Abarth para dar lugar en 1971 a un pequeño ratón de tan solo 660 kg de peso cuyo bloque de 982 centímetros cúbicos, era gestionado por una caja de cambios de 4 velocidades, producía poco menos de 60 CV, lo cual ofrecía una relación de casi 90 caballos por cada tonelada, como ejemplo sirva que, el Abarth 595 Data de 1963 contaba con una relación de casi 61 CV/tonelada ya que, de su motor de 593 centímetros cúbicos se extraían 30 CV para un coche de 500 kg.

Sea como fuere, este vehículo tiene ahora su réplica en tiempos modernos en el Abarth 595 Scorpioneoro, una edición limitada a tan solo 2.000 ejemplares ensamblados y engalanada para la ocasión con detalles evocadores dentro y fuera y con un motor de 165 CV cuya relación entre peso y potencia se fijan en 6,5 kilogramos desplazamos por cada caballo erogado.

Abarth 595 Monster Energy Yamaha

A veces, el mundo del automovilismo y el motociclismo encuentra la manera de confuir en un punto y Fiat ha encontrado en el equipo de competición de Yamaha el compañero de 2 ruedas donde apoyarse y viceversa.

De esta colaboración han salido propuestas como la edición también especial Abarth 595 Monster Energy Yamaha un coche deportivo para los aficionados a las carreras de motos. De hecho, no cabe duda que, conocedores o especialistas en el mundo de las motocicletas, la inspiración en la Yamaha YZR-1 utilizada en el campeonato  de Moto GP es obvia y que, junto con la incorporación del patrocinador de bebidas energéticas aporta, resulta un coche salido de la pasión de diferentes empresas dirigido a una clientela apasionada de los que tan solo, también otros 2.000 afortunados, podrán adquirir una de estas unidades exclusivas.