Madrid y Barcelona exigen al Gobierno un pacto de estado contra la contaminación en las grandes ciudades y poner fin a las ventajas fiscales de los diesel.
La A-5 de Madrid, de autopista a calle: radares, semáforos y límite de 50 km/h
El equipo de gobierno de Madrid transformará un tramo de la autopista A-5 en una calle. Utilizará semáforos, radares e, incluso, un nuevo carril BUS.
La convivencia entre vehículos a motor y peatones es un problema de cada vez mayor envergadura en nuestras ciudades, especialmente en los grandes núcleos urbanos.
La capital española, Madrid, es un buen ejemplo de ello. Las cada vez más colapsadas calles tienen que lidiar con miles de vehículos, y las autoridades se afanan en allanar el camino a un nuevo modelo de ciudad en el que los coches no son prioritarios.
El equipo de gobierno de la ciudad de Madrid ha presentado un nuevo plan de actuación que se centra en un generoso tramo de la autopista A-5, la única autopista europea que une dos capitales de la Unión Europea. Se trata de mejorar la calidad de vida de los vecinos que transitan a diario por esta zona, claramente congestionada.
Así, la concejalía de movilidad ha presentado un plan consistente en la transformación de un tramo de 11 kilómetros de longitud, que pasará de ser autopista (aunque en la actualidad ya está limitado a 70 km/h) a ser una calle. Para ello, las autoridades utilizarán todo tipo de recursos.
El más polémico será la instalación de un nuevo radar de tramo, que controlará la velocidad media en algo más de 1.5 kilómetros. A la espera de licitación, se espera que el radar comience a actuar a partir de septiembre, aunque los dos primeros meses sólo informará a los infractores.
Además, se instalarán semáforos y pasos de cebra para que los peatones disfruten de un tránsito más fácil y seguro. El límite de velocidad se reducirá progresivamente, pasando de 70 km/h a 60 km/h para posteriormente terminar en 50 km/h con el fin de reducir las probabilidades de accidentes, la contaminación y el impacto acústico.
Además, está prevista la construcción de un nuevo carril BUS que sustituirá a las actuales paradas de transporte público, situadas prácticamente en la autopista y que suponen un importante riesgo para la seguridad tanto de conductores como de usuarios de estos servicios. Las obras comenzarán ya en las próximas semanas.
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