6 Horas Suzuki: el mini raid
Seis horas de pilotaje contra el cronometro al volante de los Suzuki Jimny, sin duda la mejor terapia de grupo para acabar o comenzar una buena temporada de la mejor forma posible
No es necesario que haya un premio, es suficiente con un volante para que la prensa se ponga a competir y lo cierto es que esta primera edición de las 6 Horas Suzuki no ha defraudado. Fueron 33 (curioso número, pero Fernando Alonso no tiene nada que ver en esta historia), los participantes invitados, los que se enfrentaron a esta primera edición que incluso ha sido un tanto dura, más por el excesivo calor y las largas seis horas que por la complejidad del recorrido. Tan exigente fue en algún momento que hubo algún equipo que acabó pidiendo la hora, no al árbitro, que no había, pero si a la organización. Las 6 horas al volante de los Jimny fueron el plato fuerte de una jornada plagada de actividades que no dejaron mucho tiempo libre a nadie. En la carrera de regularidad, el protagonista no fue otro que el sensacional Suzuki Jimny 1.5 L PRO homologado como Furgón de categoría N1 que es uno de los 4×4 más capaces y económicos (menos de 25.000 euros) del mundo. Lo cierto es que el recorrido, mejor dicho, los diferentes recorridos que preparó la organización tenían multitud de trampas de habilidad para los conductores, pero todo era demasiado fácil para el eficaz Jimny y su motor de gasolina de 1,5 litros con 102 CV.
Suzuki Jimny 1.5 L PRO
Pero lo importante estaba en la pista, mejor dicho, en lo caminos de la espectacular Finca Montealegre en la provincia de Toledo. Allí, en una zona perfectamente acotada para la práctica del off road, la organización diseñó tres tramos diferentes que todos los equipos debían completar a razón de dos horas a completar en cada escenario. Piloto y copiloto se iban alternando al volante, cada vez que se paraba en la asistencia el tiempo se neutralizaba, se limpiaba la luna delantera por seguridad y por obligación y también para probar los excelentes productos de Motul (patrocinador principal de la prueba) en el cuidado de los coches. Todos los equipos debían afrontar los tres recorridos con diferentes niveles de exigencia de conducción que escondían todo tipo de trampas; trialeras, baches, un pequeño vado, túneles agostos, desniveles pronunciados, caminos al borde de cortados, pistas estrechas que recordaban a la jungla por la espesura de su vegetación y piedras sueltas que ponían en peligro cada una de las ruedas.
Un mini Dakar en Toledo
Hubo un poco de todo, y todo ello dividido en tres recorridos, el primero de 6,24 km por vuelta que había que completar a una velocidad media de 29,5 km/h con un margen de error de más/menos 10 segundos, de lo contrario comenzaban las penalizaciones y el inevitable hundimiento en la clasificación. El recorrido B tenía un total de 6,3 km que había que completar a una velocidad media de 24,2 km/h mientras que el último y a la postre el más complicado, era de solo 5 km con un a velocidad media de 24,2 km/h.
Al principio era más o menos fácil. Obviamente no se podía hacer todo el recorrido rápido y frenar en la meta para con un cronómetro entrar con el tiempo exacto, eso no valía por reglamento, además, podía haber controles horarios secretos en cualquier punto y por eso la misión del copiloto para controlar el tiempo asistido por radio con el jefe de equipo. Mediada la prueba el malévolo Fernando Bello al frente de la organización decidió complicar un poco más todo retirando la radio y por tanto la comunicación entre la asistencia y los coches. Esta maniobra hundió a algunos equipos, y otros acabaron penalizando con muchos errores en el último tramo, que era muy lento y complicado en su primera parte y luego era casi imposible recuperar el tiempo perdido.
Solo puede quedar uno
La experiencia fue sensacional. El Suzuki Jimny demostró una vez más que está sobrado de todo, de recursos, y de capacidad off road gracias a su ligereza y legendaria robustez. El Jimny es un vehículo de tracción trasera con el tren delantero conectable para conseguir una tracción total que se reparte al 50% entre ambos ejes, y lo cierto es que salvo en un par de sitios realmente complicado apenas hizo falta la tracción total. Eso sí, la llevamos de forma permanente para mayor seguridad y capacidad de tracción, lo que nunca fue necesario fue recurrir a la reductora. Eso lo dejamos para la segunda edición…
Clasificación final 6 Horas Suzuki
Galería 6 Horas Suzuki
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