¿Utilizas servicios de coche compartido? Te damos 5 razones si aún no lo haces

La nueva movilidad es una de las tendencias que marcan el ritmo de la sociedad actual y los servicios de carsharing o coche compartido son una de sus actividades más visibles en estos momentos. Quienes los utilizan son, de alguna manera, pioneros de una nueva forma de entender la movilidad, especialmente en las grandes ciudades. Y pese a que algunos puedan quejarse de la visibilidad que la decoración de estos coches les otorga en medio del tráfico, lo cierto es que tienen sobrados motivos para sentirse orgullosos de hacerlos.

Orgullosos de compartir es precisamente uno de los nuevos claims que la operadora de coches compartidos de libre disposición car2go utiliza para describir a sus clientes, cerca de 2,6 millones en todo el mundo de los cuales ya hay 163.000 en Madrid, mientras que EMOV registraba sus primeros 100.000 en el mes de marzo. En total, el servicio carsharing en la capital supera los 400.000 usuarios, cifra que se obtiene de todas las compañías que prestan servicios: car2go, EMOV, Respiro, Bluemove, etc. Y es que los servicios de carsharing además de aportar movilidad y transporte también ofrecen razones para sentirte orgulloso. Aquí tienes cinco de ellas ¿Se te ocurre alguna más?

1. Liberas espacio en las ciudades. La práctica del carsharing permite liberar espacio en las calles de las ciudades donde este servicio está presente. Los coches privados apenas se mueven una hora cada día, permaneciendo estacionados el resto del tiempo, mientras que un coche de uso compartido tiene mucha mayor utilización. Según cálculos de car2go, por cada hora de utilización de un coche particular, un coche de carsharing pasa más de seis horas circulando por las calles. Al compartir coche, liberas espacio en las calles y en los aparcamientos de la ciudad.

2. Ahorras dinero. Si eres de los que alquilas coche en lugar de comprarlo, aunque no te lo parezca estarás ahorrando mucho dinero y si para desplazarte por la ciudad utilizas servicios de carsharing, ahorrarás mucho más. En el caso de que utilices el carsharing en la ciudad, además del dinero que no inviertes en la compra del coche, tampoco tendrás que pagar las reparaciones, las averías, los impuestos sobre vehículos, los costes del aparcamiento, neumáticos, el combustible o la electricidad que mueve el coche,… todo eso y mucho más está incluido en el precio por minuto que pagas por el servicio.

3. Contribuyes a limpiar la ciudad. Compartir coche tiene importantes efectos positivos sobre la calidad del aire en las ciudades. Por un lado, los estudios demuestran que el uso flexible de automóviles reduce el número de automóviles que circulan por las ciudades, especialmente en sus zonas más céntricas, lo que significa menos congestión y atascos y, por tanto, menos contaminación. De otro, los servicios de carsharing utilizan siempre vehículos nuevos, de bajas emisiones o incluso de cero emisiones (eléctricos), lo que permite retirar coches viejos de las calles y reemplazarlos por modelos menos contaminantes. Por ejemplo, los servicios de carsharing que actualmente prestan servicio en Madrid utilizan flotas compuestas mayoritariamente por vehículos eléctricos.

4. Muestras tu capacidad de socialización. Cuando utilizas servicios de coche compartido eres parte de un grupo, de un colectivo de personas que son pioneras y que marcan las tendencias. Perteneces a un grupo objetivo urbano, muy cosmopolita, que valoras tu individualidad pero que gustas de actuar de forma sostenible formando parte de algo mucho más grande. Según la consultora de gestión Frost&Sullivan, para 2025 más de 36 millones de personas utilizarán servicios de carsharing en el mundo. En Madrid, los usuarios de servicios de carsharing ya superan el medio millón de personas.

5. Demuestras interés por el progreso de tu ciudad. «Compartir es demostrar interés» no es una frase hecha sino una realidad. Al compartir coche demuestras tu interés por disfrutar de una mejor calidad de vida en tu ciudad, contribuyendo a reducir los atascos y los niveles de contaminación. Además, diferentes estudios demuestran que cuando las personas compartimos y hacemos las cosas bien además de contribuir a que otras personas sean más felices también lo son ellas mismas.