10 consejos para lograr una conducción eficiente y reducir el consumo de combustible
Con estos 10 consejos que te proponemos puedes llegar a consumir un 15% menos de combustible, reduciendo en el mismo porcentaje las emisiones.
Por fin hemos estrenado agosto, el mes por excelencia para pasar las vacaciones, el que eligen la gran mayoría de los españoles para pasar esos merecidos días de disfrute y relax en nuestro destino elegido. Y con todo esto nos acercaremos a mitad de mes, a uno de los puentes que mas desplazamientos registra en el año, en el que coinciden los que vuelven de vacaciones con los que empezarán a disfrutarlas.
Por esto a nadie ya le extraña que, cuando nos toca repostar, «sorprendentemente» el precio de los carburantes haya subido. Para poder sortear esta situación de la manera menos dolorosa para nuestro bolsillo, resulta necesario aprender un poco sobre conducción eficiente, algo que nos permitirá ahorrar hasta un 15% de combustible y reducir las emisiones de CO2 también en un 15%.
Teniendo como referencia estas cifras, resulta razonable que intentemos cambiar nuestros hábitos de conducción para realizar una conducción eficiente. Para que estos cambios nos resulten más fáciles de realizar, la DGT y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), han realizado un decálogo para conducción eficiente que Nissan nos resume en los siguientes 10 consejos:
- Arranque y puesta en marcha: No pisar el acelerador al arrancar e iniciar la marcha justo después del arranque, aunque si el motor equipa turbo es mejor esperar unos 10 segundos antes de iniciar la marcha.
- Primera marcha: Usarla solo para iniciar la marcha y cambiar a segunda marcha pasados unos 2 segundos o unos 6 metros recorridos.
- Aceleración y cambios de marcha: Para conseguir una conducción eficiente en motores gasolina es conveniente cambiar de marcha entre las 2.000 y las 2.500 r.p.m., mientras que en motores diésel debe hacerse entre las 1.500 y las 2.000 r.p.m.
- Utilización de las marchas: Circular siempre que sea posible en marchas largas y en bajas revoluciones, tanto en carretera abierta como en ciudad, aunque en esta última debemos tener en cuenta más si cabe los límites de velocidad al rodar en marchas largas.
- Velocidad: Mantener una velocidad lo más constante y uniforme posible, evitando así los frenazos y aceleraciones bruscas y los cambios de marcha innecesarios, algo que además también te agradecerá las pastillas de freno y la caja de cambios.
- Deceleración: Hacer uso del freno motor dejando rodar el coche con la marcha seleccionada, para frenar usando el pedal de manera suave y terminando con la reducción de marcha lo más tarde posible, evitando así la subida de revoluciones.
- Detención: Si la velocidad que llevamos y el espacio que tenemos disponible nos lo permiten, mejor detener el coche sin reducir previamente de marcha.
- Paradas: Si realizamos para prolongadas, que estén por encima de los 60 segundos, es mejor apagar el motor, algo en lo que cada vez más habitualmente nos ayudan los propios coches con los sistemas Start/Stop.
- Anticipación y previsión: Mantener una distancia de seguridad suficiente que nos permita ver 2 o 3 vehículos, de manera que si surge algún contratiempo, tengamos tiempo de levantar el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras.
- Seguridad: Por lo general, siguiendo las reglas de la conducción eficiente también conseguiremos aumentar la seguridad, pero en esas situaciones en las que entra en conflicto la conducción eficiente con la segura, deberemos dar prioridad a la seguridad.
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