Volkswagen Tiguan 2.0 TDI 140 CV DSG 4M, prueba (Motor y prestaciones)

Diego G. Moreira     22 octubre 2012     4 min.

Al volante del Volkswagen Tiguan 2.0 TDI de 140 CV DSG y con tracción integral 4 Motion. En la primera parte de la prueba, hablamos del motor, prestaciones, comportamiento, consumo y capacidades off-road.

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Uno de los SUV que más tiempo llevan en el mercado es el Volkswagen Tiguan, uno de los primeros en llegar antes de que prácticamente todas las marcas tengan en su catálogo un todocamino compacto. Que sea el primero, no significa que esté anticuado, ni mucho menos, los últimos cambios de imagen le han sentado realmente bien y cuenta con bastantes argumentos para hacer frente a la competencia actual.

La versión que probamos es el 2.0 TDI de 140 CV, asociado al cambio automático de doble embrague DSG7 y al sistema de tracción total 4 Motion. Es decir, tenemos un Tiguan con todo, un motor diesel potente, tracción integral y una de las mejores cajas de cambio en cuanto a funcionamiento, rapidez y suavidad.

Arrancamos esta primera parte, donde nos centraremos en repasar todo sobre el motor, comportamiento, consumos y comportamiento off-road, del Tiguan. Un modelo que arranca en los 24.435 euros con motor diesel de 110 CV y tracción delantera.

Motor y prestaciones

El propulsor de dos litros TDI que desarrolla 140 CV es un viejo conocido dentro del grupo Volkswagen, infinidad de modelos equipan este motor ya sea en su variante de 140 CV o 170 CV. Responde desde las 2.000 vueltas hasta más de 4.000 r.p.m., teniendo un empuje correcto y suficiente para la mayoría de los usos.

Para aquellos que buscan una respuesta más radical, la versión de 170 CV será la idónea, pero para los que buscan tranquilidad al volante, potencia suficiente y consumos ajustados, es un buena opción. No debemos olvidar el peso del Tiguan, que ronda los 1764 kg, no es de los todocamino más pesados, pero se nota cuando tenemos un motor de esta potencia.

Ahora que ya hemos hablado del motor, de sus prestaciones, queda hablar de la caja de cambios. Se trata del cambio DSG de siete relaciones. El comportamiento es impecable, tanto por su rapidez como por la suavidad cambiando de marchas, además al contar con levas tenemos el control desde el propio volante.

Hemos notado algunas mejoras en el cambio, ahora cuando soltamos el pie del acelerador el coche se pone en modo «inercia» según nos indica la pantalla del ordenador de abordo, y parece como si rodara en punto muerto, pero sin consumir ni un sólo litro de combustible. Mientras que al pisar ligeramente el freno, el coche detecta ese movimiento y vuelve a engranar marcha reduciendo si es necesario.

El cambio también dispone del modo Sport que mantiene más elevado el régimen del motor para una respuesta más rápida, y al mismo tiempo retiene con mucha más contundencia al Tiguan en bajadas. Es ideal para bajar un puerto de montaña, o subirlo y tener siempre la seguridad de una buena respuesta al pisar el acelerador.

Comportamiento

Durante la prueba del Tiguan, pudimos verlo en varios terrenos diferentes. Donde más nos sorprendió es en un puerto de montaña, su comportamiento ágil (sólo limitado por los neumáticos mixtos) se alejaba del típico comportamiento de un SUV, gracias sobretodo a un esquema de suspensiones de corte firme.

Por otro lado, el confort abordo es elevado, gracias a una buena insonorización y comodidad interior. También tenemos que hablar de los neumáticos mixtos, que venían de serie en este acabado más campero con tracción integral. Es curioso, ver en un SUV neumáticos mixtos, y aunque le restan comportamiento en carretera gana respuesta fuera de ella.

Comportamiento off-road

Esta unidad que probamos equipaba el sistema de tracción integral 4 Motion de Volkswagen, el sistema es totalmente automático, cuando detecta pérdida de agarre en alguna de las ruedas envía más par a las restantes para conseguir salvar el obstáculo. Al sistema, hay que sumarle los neumáticos mixtos, que en algunos casos pueden llegar a ser decisivos para poder salir airosos de cualquier lugar.

La parte negativa viene en la altura libre del suelo, que no es precisamente muy generosa, pero la suficiente como para circular tranquilos por caminos, pistas forestales o zonas con nieve. Durante la prueba, hemos testeado el sistema de tracción en arena, barro y nieve, el resultado ha sido muy satisfactorio, sobretodo en nieve, donde se comporta de manera notable.

Consumo

En autovía durante el recorrido típico de 1200 km, el consumo medio rondó los 6,2 litros a los 100 km. Es una cifra normal, teniendo en cuenta que el sistema de tracción es automático y no se puede poner manualmente el modo 4×2.

El consumo en carretera, sube ligeramente, y se sitúa en los 6,6 litros a los 100 km, mientras que en ciudad la cifra aumenta hasta los 8 litros a los 100 km. Un elemento que ayuda al consumo en ciudad es el Star&Stop que es rápido actuando, y al ir asociado al cambio automático, se enciende el coche nada más levantamos el pie del acelerador.

Fotos | Diego G. Moreira
(Ubicaciones: Baiona, Sierra de Madrid, Valença-Portugal)


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