Toyota Verso 115D Advance, prueba (motor, prestaciones, comportamiento y consumo)

Daniel Valdivielso    @valdi92    8 diciembre 2014     4 min.
Toyota Verso 115D Advance, prueba (motor, prestaciones, comportamiento y consumo)

Toyota ha renovado el Verso con la incorporación de un nuevo motor 1.6 diésel de origen BMW, y en Highmotor hemos querido ponerlo a prueba. En esta primera parte os contamos como se mueve, cuánto se mueve y cuanto consume el monovolumen compacto del fabricante japonés.

Esta semana en el garaje de Highmotor tenemos la prueba de un vehículo un poquito más tranquilo que el que os ha enseñado mi compañero Diego en los últimos días.

Hablamos del Toyota Verso, que pese a su veteranía se ha consolidado como uno de los valores seguros dentro del segmento, y que gracias a la reciente incorporación de una unidad motor de origen BMW, recibe un empujón que le sienta de maravilla.

Motor

Sin duda el motor es una de las partes más interesantes dentro del análisis del monovolumen compacto japonés. Con un cubicaje de 1.6 litros y cuatro cilindros, este propulsor, cedido por BMW, ya se ha montado -y se monta- en vehículos como la anterior generación del MINI o el actual MINI Countryman. Su código de identificación es 1WW (N47D16), y pese a contar con origen BMW, Toyota ha modificado algunos elementos (como el volante motor o la centralita) para conseguir un tacto más suave, propio de los vehículos de la marca.

Toyota Verso 4

Ofrece 112 CV y 270 NM, y viene a sustituir al anterior 2.0 D4-D de origen Toyota que erogaba 126 CV. Es un propulsor con un tacto similar al de la mayoría de los diésel modernos. Por debajo de las 1.500 vueltas no hay respuesta, estirando luego hasta las 3.500 revoluciones con una respuesta digna. Por encima de ese rango se empieza a desinflar, por lo que conviene plantearnos subir una marcha.

Prestaciones

Las prestaciones del Verso 115D no son para nada brillantes -tampoco lo esperábamos-, es más, en líneas generales han empeorado ligeramente respecto a las que obtenía el motor sustituido. Sin embargo, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 12,7 segundos y una velocidad máxima de 180 km/h, no podemos hablar de un vehículo rápido, pero sí suficientemente rápido para las exigencias de hoy en día.

Toyota Verso 7

Está asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades con unos desarrollos tirando a largos, que hacen que sea silencioso en carretera, pero no extremadamente ágil a la hora de recuperar velocidad. Si necesitamos avanzar rápidamente, tendremos que jugar con la palanca. Tal es así, que la sexta velocidad es prácticamente inservible por debajo de 80 km/h a no ser que vayamos llaneando rozando el pedal del acelerador. En vías rápidas no hay problema, la sexta sirve perfectamente para tragarse kilometradas a 110-120 km/h.

Comportamiento

El comportamiento del Toyota Verso está en la línea del segmento. Con una amortiguación más bien blanda en el eje delantero y algo más dura en el trasero (en previsión de la carga que debería soportar), el Verso se mueve bien en cualquier situación. No es el tipo de vehículo en el que uno piensa a la hora de irse a divertir a una carretera de curvas, pero se defiende con dignidad, manteniendo siempre la compostura gracias a un control de estabilidad que corta de raíz cualquier atisbo de subviraje, que es la reacción natural del Toyota.

Toyota Verso 5

Sin embargo, sí es destacable la capacidad del coche para perder tracción en curvas de segunda velocidad, algo achacable a la antes mencionada suave amortiguación delantera y a un par motor de 270 NM a partir de 1750 vueltas. La dirección es extremadamente asistida, tal vez demasiado, y no informa lo suficiente de lo que está sucediendo en el eje delantero. El equipo de frenos es suficiente para las aspiraciones del Verso, deteniendo el vehículo con contundencia.

Consumo

El Toyota Verso sorprende por la facilidad con la que se pueden conseguir unos consumos más que destacables. Es, tal vez, el punto donde más se nota el cambio de propulsor, ya que es posible obtener un gasto mixto por debajo de los 6 litros con relativa facilidad, practicando una conducción despreocupada. Si ponemos algo de cuidado y transitamos por carreteras nacionales (90-100 km/h) es posible obtener consumos que rondan los 4,5-5 litros cada 100 km, cifras excelentes para un vehículo de casi 1600 kg y una envergadura más que notable.

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En la próxima entrega os hablaremos de todo lo relativo al diseño tanto exterior como interior, analizando también la practicidad del monovolumen japonés.

Fotografía | Daniel Valdivielso


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