Toyota ha terminado el diseño de su deportivo concebido junto a BMW
Según una fuente de la marca japonesa, la empresa decidió a finales de 2014 el aspecto externo de su versión del modelo, cuyas medidas se aproximarán a las del Porsche 911. También se ha cerrado la gama de motores: dos TwinPower Turbo de gasolina de cuatro y seis cilindros y un sistema híbrido.
Toyota tiene listo el aspecto exterior que exhibirá su versión del deportivo que prepara con BMW, conocido como el proyecto «Silk Road«. La fuente de la marca japonesa que tiene al tanto de su desarrollo a Motoring.com.au afirma que se finalizó en el último trimestre de 2014 y que romperá con el estilo de anteriores vehículos similares del fabricante, sin especificar en qué sentidos.
De los trazos que le dará BMW no ha trascendido información, pero sí que ambos modelos adoptarán unas dimensiones muy parecidas a las del Porsche 911. El informador del medio australiano asegura que medirán menos de 4,5 metros de largo, 1,84 de ancho y unos 1,34 de alto. La batalla no llegará a alcanzar los 2,5 metros, al igual que la del deportivo de Zuffenhausen.
También se ha decidido el abanico de motores disponibles en cada variante. La de BMW podrá alimentarse de dos propulsores TwinPower Turbo, uno de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada y otro de seis cilindros y tres litros, y del sistema híbrido enchufable en el que trabaja Toyota. El gemelo de la nipona, en cambio, solo tendrá derecho al 3.0 turbo y a la mecánica híbrida.
Según la misma fuente, las versiones impulsadas por motores de combustión marcarán unos 1.300 kilogramos en la báscula y las híbridas añadirán unos 200 kilogramos, si bien serán las más potentes. Toyota ha enviado «un par de docenas» de ingenieros a la sede de BMW en Múnich para avanzar en esta mecánica, que está necesitando el doble de tiempo de elaboración que la de híbridos más convencionales.
La principal preocupación de la japonesa es acordar con la bávara detalles como la posición más apropiada para la batería y la forma de obtener el mejor reparto de pesos posible. Recordamos que la estructura de este vehículo tomará ideas de la del i8: una carrocería de plástico reforzado con fibra de carbono –CFRP, por sus siglas en inglés- y chasis y tren rodante de aluminio.
A pesar de que Toyota ha progresado con su lista de tareas particulares en este proyecto, al deportivo le falta mucho tiempo para dejarse ver en algún evento. Por el momento, su comercialización sigue quedando en un lejano 2018, la fecha más temprana que se considera.
Vía | Motoring.com.au
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