Subaru Forester 2.0D 150 CV Executive Plus, prueba (Motor, prestaciones, comportamiento y consumo)

A la hora de comprar un SUV hay que diferenciar entre aquellos que tienen vocación off-road o aquellos que simplemente ofrecen un diseño SUV y un puesto de conducción alto, pero en cuanto los sacamos del asfalto no van tan finos. Subaru sigue fiel a sus principios y el Forester está mucho más cerca de los todoterrenos que de los SUV.

El secreto está en su tracción total permanente (que nunca se desconecta) y sumados a la tracción están los neumáticos mixtos M+S que siempre ofrecen unas mayores garantías fuera del asfalto. ¿Buscas un coche amplio para ir a esquiar? ¿Te gusta adentrarte por caminos y zonas algo más complicadas fuera del asfalto? Si has contestado que sí a lo anterior y no quieres renunciar a un completo equipamiento, buen espacio interior y comodidad en carretera, seguro que la prueba del Subaru Forester 2.0 D de 150 CV que hoy te traemos te va a interesar.

Motor y prestaciones

La mecánica que hemos probado en el Forester es un motor boxer de dos litros con una potencia de 150 CV. Más de una vez hemos hablado de los motores boxer, el nombre hace referencia a la distribución de sus cuatro cilindros (opuestos horizontalmente y el centro de gravedad es más bajo también) consiguiendo un propulsor con menos vibraciones, menos ruido y más suave al rodar.

Cuando conduces un motor diesel típico con turbo y posteriormente te pones al volante del Forester con motor diesel boxer, se nota la suavidad de marcha que ofrece este propulsor. La respuesta es buena, desde 1.700 vueltas ya empieza a empujar, eso sí, en bajas le falta fuerza.

La mayor fuerza la ofrece al pasar de las 2.500 y hasta las 3.500 vueltas, con un par motor de 350 Nm. El sonido del motor es otro punto a favor, puesto que no se nota en exceso que es un diesel y la rumorosidad es baja.

Asociada al motor va una caja de cambios manual de seis relaciones, con un tacto correcto, aunque con algo más de precisión el resultado sería mucho mejor.

Comportamiento

El Forester busca el confort, las suspensiones cuentan con una dureza orientada al confort de los ocupantes y a si decidimos salir del asfalto. Los propios neumáticos mixtos no son lo mejor para hacer rallye, ni tampoco lo pretende. Esto en combinación con la suavidad del propulsor, hace que el Forester sea un coche muy cómodo para viajar.

Si nos ponemos algo más dinámicos, el coche no tiene las inercias típicas de un 4×4, así que mantiene el tipo y siempre está presente el ESP para mantener el control en todo momento. La potencia del propulsor y su respuesta, nos permite afrontar un adelantamiento sin problemas e incluso practicar una conducción dinámica.

La insonorización interior es buena, el motor ya no es muy ruidoso, pero además el Subaru Forester está bien aislado del exterior. El tacto de la dirección es correcto, y el sistema de frenos funciona bien, pero el tacto del pedal nos parece mejorable (aunque es cuestión de costumbre).

Comportamiento Off-Road

Tiene muchos elementos para ser un buen SUV, lo primero de todo es el sistema de tracción total permanente, que reparte la potencia entre las cuatro ruedas siempre y es toda una garantía frente a sistemas de tracción automáticos que muchas veces cuando actúan ya es tarde.

Al sistema de tracción hay que sumarle los neumáticos mixtos, con lo que el Forester tiene una buena respuesta a nivel de tracción en casi cualquier tipo de terreno, es un coche interesante para los que suelen ir a la nieve y el sistema de tracción ofrece una buena respuesta en terrenos con poca adherencia.

El resto de los SUV, no todos tienen tracción, y los que la llevan, la mayoría hasta que una rueda pierde adherencia el sistema no reparte la tracción al resto de ruedas, este tiempo puede ser vital para no quedarnos enterrados, algo que no ocurre en el Forester o en otros modelos con tracción total permantente.

El punto débil, y por eso no debemos olvidar que es un SUV, es su altura libre del suelo, no es precisamente muy alto y a la hora de meterlo por zonas muy complicadas hay que tener cuidado con los bajos.

Consumo

El consumo se ve penalizado por el sistema de tracción total, aunque las cifras son correctas. En autovía en nuestro recorrido habitual marcó un consumo medio de 6,8 litros a los 100 km. Mientras que en carretera normalmente ronda los 6,5 litros a los 100 km.

Por debajo de los seis litros en carretera es complicado alcanzarlos. En ciudad la cifra sube hasta los 8,5 litros a los 100 km.

En la segunda parte de la prueba analizaremos el diseño exterior, el interior y el espacio que ofrece a los ocupantes.

Fotos | Diego G. Moreira