SsangYong Tivoli Limited G16 4X2, prueba y opinión
Ssangyong siempre se ha caracterizado por ofrecer modelos robustos con enfoque campero. Ahora, la firma coreana quiere darle la vuelta a esta imagen con productos como este Tívoli, un pequeño SUV urbano de nueva concepción con un diseño diferenciador que nosotros ya hemos probado.
Hace un par de meses tuvimos la oportunidad de asistir a la presentación nacional del Ssangyong Tivoli, el modelo más pequeño de la marca coreana.
Se trata de un modelo completamente nuevo, con un enfoque diferente a lo que se espera de Ssangyong, que nos gustó mucho. Ahora hemos convivido durante una semana con el Tivoli para analizarlo a fondo.
Diseño exterior
El diseño de la carrocería del Tivoli es mucho más llamativo de lo que nos tiene acostumbrados la marca surcoreana. Este pequeño Ssangyong está llamado a competir con modelos como el Nissan Juke, el Renault Captur o el Peugeot 2008, lo que implica «ganarse los cuartos» en uno de los segmentos más disputados del mercado actual.
Por eso, los chicos de Ssangyong han decidido apostar por una imagen que se salga de lo convencional, dando como resultado una de las carrocerías más angulosas del momento. Andar por la calle con este coche es divertido si te gusta que te miren (y más ahora que aún no es un modelo que se vea mucho por la calle), ya que no deja indiferente a nadie.
El frontal también se desmarca de la tónica general hoy día, apostando por superficies angulosas con pocas entradas de aire. La parrilla es prácticamente inexistente, contando con un logo de tamaño más bien pequeño. Los grupos ópticos incorporan una tira LED para la iluminación diurna, contando con proyectores para la iluminación de cruce. Iluminan bien.
Los antinieblas delanteros van situados en la parte baja del paragolpes, en los extremos, acentuando la sensación de anchura y robustez. Destaca también el labio inferior, terminado en una especie de plástico con aspecto de fibra de carbono que le da un toque deportivo muy simpático.
La vista lateral es muy robusta gracias sobre todo a los trazos angulosos y a los poderosos hombros que se desarrollan a partir del pilar B, que le hace ganar en contundencia. Se trata sin duda de un aspecto claramente diferenciador, que lo hace diferente a sus rivales y que le da mucha personalidad. Adicionalmente, las llantas de aleación de hasta 18″ ofrecen una imagen moderna con tonalidades bitono. La parte trasera destaca sobre todo por sus frutos ópticos en forma de boomerang.
Diseño interior y calidades
Hora de abrir las puertas de nuestro Tívoli. Uno de los primeros detalles que nos llaman la atencion es, precisamente, las puertas. Tienen un ajuste muy bueno e incluso el sonido a la hora de abrir y cerrar denota más calidad de la que a priori nos podemos esperar de un Ssangyong.
Un primer vistazo nos revela un habitáculo más acogedor de lo habitual, con unas líneas atractivas y modernas. Adquirir una buena postura al volante es pan comido en este coche, que cuenta con los mejores asientos del segmento, muy cómodos y con un agarre notable en cualquier situación. El volante se regula en altura pero no en profundidad.
La instrumentación nos ofrece dos grandes relojes con cuentarrevoluciones y tacómetro, reservando los indicadores de combustible y temperatura del refrigerante para la pantalla central. En esta misma pantalla encontramos también el ordenador de abordo con diversas informaciones. Su manejo es simple, aunque sus datos son algo confusos -datos de presión de ruedas en Psi en lugar de bares-. El botón para utilizarlo está situado en el medio del salpicadero, al lado de los warning. Estos asiáticos…
La parte central del habitáculo, rematada en plástico negro, aglutina los aireadores, el equipo multimedia y los mandos del climatizador monozona, muy eficaz pero demasiado complicado de utilizar. En la consola central no tenemos grandes extravagancias, y está bien rematada con varias molduras donde dejar monedas o llaves y un apoyabrazos de gran tamaño.
Los materiales utilizados en el interior del Tívoli no son malos. En su mayoría son plástico duro -a excepción de un par de piezas enfrente de los dos ocupantes- pero pese a ser material duro, es de buena calidad y los ajustes son buenos. Los revestimientos de las puertas son también de material duro, aunque encontramos acolchamientos en los lugares donde apoyamos los codos.
Las plazas traseras son anormalmente amplias. Sus cotas parecen más bien de un segmento superior, con un espacio tanto para las piernas como para la cabeza realmente holgado. El maletero es también muy grande, con una capacidad de, como mínimo, 423 litros, ampliables hasta un máximo de 1115 litros.
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