SsangYong Kyron 270Xdi Limited 165CV, prueba (parte I)
Esta vez os traemos un 4×4 de los de verdad, con su reductora y todo. Es el segundo vehículo de la marca coreana que probamos (el primero fue el Rodius) pero de un segmento totalmente diferente. No podemos decir que sea un coche moderno y prueba de ello es su chasis de largueros y travesaños […]
Esta vez os traemos un 4×4 de los de verdad, con su reductora y todo. Es el segundo vehículo de la marca coreana que probamos (el primero fue el Rodius) pero de un segmento totalmente diferente.
No podemos decir que sea un coche moderno y prueba de ello es su chasis de largueros y travesaños como antaño, un diseño modernizado aunque a medias y un motor que no vendría mal una revisión; es de los de antes, mucha cilindrada y mucho rugido con una potencia que no digo insuficiente pero sí algo justa para el peso que debe llevar. ¿Lo bueno? Que al no estar tan exprimido el motor, durará mucho más. Acompañadme para verlo en detalle.
Motor y prestaciones
Partimos del mismo motor que montaba la Rodius, por lo que poco más que decir. Por recordar algunos datos: 2.700 cm3 de 165 CV de potencia, un par máximo constante en el rango de 1.800 a las 3.250 rpm de 340 Nm y una aceleración de 0 a 100 en más de 12 segundos.
Como decíamos, el motor no es insuficiente, aunque el otro de 2 litros y 138 CV puede resultar muy justo, sobre todo si pensamos que ya de por sí el peso sin cargar es de más de 2 toneladas. Su caja de cambios de 5 velocidades, en este caso manual, no es suave y con recorridos algo largos. Tampoco necesitamos tiempo récord, pero en ocasiones, un poco de suavidad aliviará las cosas, como todo en esta vida y una 6ª velocidad aliviaría mucho las cosas (¡y los consumos!) cuando circulamos a más de 100-110 km/h. Tampoco vamos a hacerlo a 150 km/h porque no es un coche para correr. Si vamos a hacer salidas off-road, recomiendo la transmisión manual.
Partiendo del tipo de chasis que tenemos no vamos encontrar una comodidad en el habitáculo igual que una berlina; el coche se mueve pero es suave en los baches y badenes en asfalto debido a su blanda suspensión. En general, tanto para hacer viajes y la posición de superioridad (por encima del resto de vehículos y algunos SUV) lo hacen más cómodo que en otras circunstancias. El paquete de cuero de serie en el acabado Limited lo hace mucho más cómodo.
Aunque el coche de prueba que tuvimos era relativamente nuevo (lo cogimos con algo más de 1.000 km) pudimos notar una ligera vibración en el volante cuando circulábamos por autopista a una velocidad superior a 100 km/h. Pudiera ser de alguna llanta o algún equilibrado en mal estado. No obstante, a menores velocidades la vibración desaparecía y circular por ciudad o por campo era muy agradable.
Como decíamos con la Rodius en tema de consumos la cosa no está muy optimizada. Si en aquella ocasión lo podíamos dividir en 7 plazas, en esta ocasión son 5, por lo que el consumo es bastante elevado. Homologa 7 litros en extraurbano y 8,6 litros en ciclo combinado, pero obtuvimos cifras cercanas a los 9 litros en autopista. La conducción eficiente en este caso es más que difícil.
Capacidad off-road
Cambiemos el chip y todo lo malo que os podamos contar, lo compensa con creces en terreno fuerapista. Con tan sólo decir que tiene reductora y su chasis de largueros y travesaños, nos podemos hacer una idea de lo que nos vamos a encontrar. Pero además, al volante, las sensaciones son mucho mejores de lo que nos podamos imaginar.
Como podéis ver en las fotos, probarlo lo hemos probado, tanto en barro como en nieve, para quedarnos atascados y en terrenos resbaladizos. Puedo intuir que el coche ni se ha enterado y seguro que no lo hemos conseguido explotar ni al 70%. De forma electrónica, girando la rueda, podemos conectar la tracción a las 4 ruedas larga o la corta o reductora. En conducción normal con la tracción trasera nos sobra.
No hemos visto complicaciones al pasar obstaculos, trialeras, roderas ni puentes. Su altura libre es de 19,9 cm. con un ángulo de entrada de 26º y de salida 23º. Son unas cifras que, junto con un ventral de 21º dan una idea de su gran cualidad para todoterreno. Si a esto sumamos su control de descensos, lo más complicado casi lo hará sólo el coche, pudiendo dejar al conductor disfrutar y dejarse llevar. Lo que no equipa ni como opción es el bloqueo de diferencial.
En la práctica, sobre todo en zonas de barro, no hemos tenido muchos problemas, pero si hubiésemos exprimido un poco más el coche puede que en algún momento nos hubiera faltado la tracción. De serie equipa unos neumáticos de turismo normales (el fabricante no habla de 4×4 en ningún momento), para más detalles unos Hankook Optimo K406 con un dibujo bastante limitado para todoterrenos y unas medidas 255/60-R18. Aconsejamos cambiarlos en caso de necesidad al menos, por unos 70-30 de comportamiento offroad.
Cuando conducimos por superficies resbaladizas de hielo y nieve, se obliga recomienda desactivar los controles de tracción, pero arrancar y conducir con marchas largas para evitar ofrecer mucha potencia a las ruedas y que pierda agarre. La otra opción es cambiar la tracción a 4×4 larga (suficiente) y conducir normalmente. El agarre es realmente sorprendente. Si desactivamos el control de estabilidad (sólo para expertos), no lo dejaremos desactivado del todo, ya que el coche, si detecta una pérdida notable, activará automáticamente la ayuda, avisando mediante pitido acústico y visual en el cuadro de instrumentos.
Mañana la segunda parte, donde nos adentraremos en el habitáculo y veremos todos los rincones que allí se esconden.
Fotos | Javi Vicente y Jorge Rubio
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