Škoda Fabia 1.6 TDI 75 CV, prueba (Parte II)

Seguimos con nuestro compacto diesel, el Škoda Fabia que cuenta con el motor diesel TDI de 75 CV bajo el capó, el motor de acceso dentro de la gama diesel. A primera vista puede parecer un motor pequeño pero tal y como vimos en la primera parte de la prueba, es más que suficiente para mover al Fabia, al mismo tiempo que conseguimos unos consumos ajustados que sin duda es lo que se busca en este tipo de vehículos.

Ahora nos toca hablar del diseño del Fabia, repasando el exterior y también veremos el espacio que nos ofrece en su interior o la calidad de terminación, con buenos acabados si lo comparamos con el resto de modelos del segmento.

Diseño exterior

Exteriormente el Fabia destaca por un diseño de lineas bastante tradicionales, pero que cuentan con algunos detalles personalizables que lo hacen más interesante. Como por ejemplo el color del techo que lo podemos escoger en color blanco, emulando al conocido urbanita británico y que siempre le aporta un toque de distinción al modelo.

El frontal destaca por el nuevo aire de la marca, aportando una mayor personalidad que antes y donde podemos destacar las luces de día que vienen integradas a la altura de los faros antiniebla (igual que en el VW Polo). Frontalmente también apreciamos otro detalle de diseño, que sólo está presente en el Saab 9-5, se trata del pilar A en color negro.

La línea lateral es bastante más conservadora, donde en nuestro modelo destacan las llantas de aleación de 14″ de serie en el acabado Style (que era el de nuestro vehículo de pruebas, que desde principios de año se denomina Family). Por último en la zaga nos encontramos de nuevo un diseño conservador y más bien tradicional pero bien resuelto.

Lo más destacable de su diseño exterior es que en apenas 4 metros, puesto que se queda en los 3,99 metros de longitud, tenemos un coche bastante espacioso en su interior y con una línea exterior clásica pero bien resuelta, con algunas opciones de personalización como la nueva gama de colores exteriores o la posibilidad de cambiar el color del techo, algo que siempre es un buen añadido en un urbano y más ahora que las marcas ponen más interés en habilitar mayores opciones de personalización.

Diseño interior

Abrimos la puerta y nos encontramos un salpicadero con bastantes plásticos, los superiores con un buen tacto y de mejor calidad, frente a los inferiores y algunos de las puertas mejorables (como los tiradores o asideros). El diseño es bastante sobrio, muy típico del Grupo Volkswagen, con el climatizador (un extra prescindible) coronando la parte superior y la radio en la parte inferior.

Comparado con otros modelos del segmento, está bastante bien acabado puesto que pese al aspecto sobrio, los ajustes son correctos y apenas escuchamos ruidos extraños en el interior. Al ponernos al volante nos encontramos con unos asientos cómodos, con un mullido bastante firme, pero cómodos tanto para circular por la ciudad como para hacer kilómetros con el Fabia. La postura de conducción es algo elevada, y sobretodo destaca la sensación de espacio delantera, puesto que para ser un urbano es bastante amplio en su interior.

La información que nos ofrece la instrumentación es correcta, con el ordenador de abordo que nos ofrece todo tipo de información sobre los consumos, tiempo de conducción, autonomía, distancia recorrida, entre otras funciones. En el volante disponemos de los mandos para controlar la radio, pero son opcionales.

En las plazas traseras disponemos de bastante espacio para la cabeza y para los pies, más que algunos compactos incluso, y dos adultos viajarán sin problemas, mientras que tres ya lo harán de manera más justa.

Huecos y maletero

El Fabia dispone de diferentes lugares donde poder dejar nuestras cosas, en la consola central, tenemos una doble guantera (un práctico extra más propio de un monovolumen que de un urbano), amplias guanteras en las puertas con huecos para poder dejar botellas y por último tenemos el cofre del reposabrazos.

El maletero tiene una capacidad de 300 litros, con formas regulares pero cuando abatimos los asientos traseros no nos queda una superficie plana, es una pena porque le resta practicidad a un maletero que cubica una cifra bastante buena dentro del segmento.

En la tercera parte de la prueba nos centraremos en hablar del equipamiento de serie del Fabia, en los precios, y por último nuestra valoración general sobre el modelo, un coche que nos ha sorprendido por la practicidad que ofrece.

Fotos | Diego G. Moreira