Saab ya está en manos de la corte de Vanesborg
Saab ya ha entrado a la boca del lobo cuando pasó las puertas de la corte de Vanesborg para pedir una reorganización voluntaria. Exactamente lo mismo que cuando GM quería deshacerse de la empresa, a principios del año pasado, y fue salvada a último momento por quien hoy la está llevando al desastre: Spyker Cars. […]
Saab ya ha entrado a la boca del lobo cuando pasó las puertas de la corte de Vanesborg para pedir una reorganización voluntaria. Exactamente lo mismo que cuando GM quería deshacerse de la empresa, a principios del año pasado, y fue salvada a último momento por quien hoy la está llevando al desastre: Spyker Cars.
En resumidas cuentas, los administradores (y hasta los acreedores) de una empresa quebrada deben presentar una petición de reorganización. Si no se presenta una petición de reorganización, si se presenta y se niega o si posteriormente se niega el plan de reorganización, la empresa debe liquidarse.
Las promesas de inversionistas varios siguen tocando a las puertas de Saab, aunque ya no son recibidas con el entusiasmo de antes. Las últimas nos dicen que los chinos están que se mueren de ganas de invertir en la marca y que hay 11.000 pedidos de vehículos esperando a que Muller pueda abrir la línea de producción, algo que desearíamos que fuera verdad.
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