Saab 9-5 2.0 TID de 160 CV, prueba (Parte II)
>>Primera parte de la prueba – Motor, prestaciones y consumo >>Tercera parte de la prueba – Equipamiento, precios y valoración Continuamos con la prueba del Saab 9-5, la berlina sueca la hemos probado con el motor diesel de acceso a la gama, se trata del 2.0 TID de 160 CV, un motor que comparte con […]
>>Primera parte de la prueba – Motor, prestaciones y consumo
>>Tercera parte de la prueba – Equipamiento, precios y valoración
Continuamos con la prueba del Saab 9-5, la berlina sueca la hemos probado con el motor diesel de acceso a la gama, se trata del 2.0 TID de 160 CV, un motor que comparte con modelos Opel (como el Insignia o Astra) y que destaca por los consumos en carretera. Por otro lado el comportamiento del 9-5 está orientado cara el confort, dejando el aspecto deportivo en un segundo plano, al menos en esta versión diesel.
De todo esto hemos hablado en la primera parte de la prueba y ahora nos toca hablar del diseño del Saab 9-5 y de su interior, que destaca por la amplitud puesto que cinco adultos pueden viajar con total comodidad, además también analizaremos los acabados interiores de esta berlina.
Diseño exterior
En el frontal una de las cosas que nos llaman la atención es el pilar A pintado en color negro, así como unos rasgos deportivos y marcados. Los faros tienen un toque azulado, tanto las luces como los intermitentes integrados en los retrovisores, nuestra unidad equipaba faros bi-xenon que ofrecían una iluminación notable, tanto en vías bien iluminadas como en otras algo menos iluminadas. La iluminación se completa con unas luces LED en la parte inferior del foco que hacen la función de luces diurnas.
En la línea lateral queda manifiesto el tamaño de esta berlina, que alcanza los cinco metros de largo. El Pilar C destaca por su grosor, aportando de nuevo un toque de personalidad al modelo.
Nuestra unidad equipaba unas llantas de aleación de 17 pulgadas, características del acabado Vector.
Pero sin duda lo más llamativo es su zaga, con las luces LED que recorren toda la trasera del coche y perfilan la silueta. Estas luces hacen la función de luz de freno y de posición. Además de ser un bonito ejercicio de diseño también aportan una mayor luminosidad al vehículo al frenar o cuando lleva puestas las luces de posición. Este es quizás otro de los rasgos más característicos del nuevo Saab 9-5.
Diseño interior
El salpicadero del 9-5 destaca por ser bastante sobrio, con una abundante carga de botones y con algunos guiños a la tradición, como los aireadores con el típico diseño de rejilla que podemos ver en todos los Saab o el botón del arranque situado en el tren central. La consola central dispone de la pantalla del navegador táctil (equipamiento opcional), mientras que justo debajo se sitúan los mandos de la radio y climatización. Pese al aspecto sobrio, los materiales son correctos y tienen un tacto agradable que denota calidad.
A simple vista puede parecer que abunda el plástico, pero cuando nos fijamos en los ajustes vemos un material muy agradable al tacto, con unos ajustes notables donde no desentona ningún material, al menos en la consola central. Si nos fijamos bien, encontramos muchos mandos que proceden del Insignia, como el volante, palancas de intermitentes y limpiaparabrisas, mando de las luces, entre otros elementos.
Nos ha gustado la completa instrumentación, puesto que además de las típicas indicaciones, disponemos de una pantalla a color en la parte central del velocímetro que nos ofrece la información: del ordenador de abordo, sistema de detección de señales o emisora de radio, entre otras funciones.
Además disponemos del Head up- display, un sistema que nos proyecta la información de velocidad en el parabrisas, así como también las indicaciones del navegador. Este último es un detalle muy práctico por evita que desviemos la mirada de la carretera para fijarnos en el navegador.
En las plazas delanteras hay suficiente espacio, los asientos se pueden definir más bien como butacas y cuentan con una buena sujeción lateral, son muy cómodos y podemos regular el apoyo lumbar (que es móvil) o incluso extender la banqueta para una mayor comodidad cuando viajemos. En general la postura de conducción es correcta pero bastante baja comparada con otros modelos similares.
Mientras que en las plazas traseras tenemos una cuota de espacio similar a la de un Peugeot 607, parece un coche concebido para llevar chofer y disfrutar del viaje agradablemente en las plazas traseras, donde tenemos un generoso espacio para las piernas y suficiente para la cabeza. Esta habitabilidad en las plazas traseras supera a muchos de sus rivales de segmento.
Huecos y maletero
En el apartado de huecos, el 9-5 tampoco se queda atrás porque dispone de suficiente espacio en el tren central para dejar nuestras cosas (hasta tiene un hueco para dejar la llave del coche) y también cuenta con unas generosas guanteras en las puertas, tanto delante como atrás, donde podemos guardar diferentes objetos.
El maletero cuenta con una capacidad de 515 litros, una cifra acorde a las dimensiones del coche, además tiene formas regulares lo que permite sacarle todo el partido a sus más de 500 litros. También dispone de un hueco que comunica el maletero con el interior del vehículo, por si necesitamos cargar objetos más largos o unos simples skys.
En la última parte de la prueba veremos el equipamiento del Saab 9-5, nuestra valoración general y todos los precios de esta berlina sueca de representación.
Fotos | David Taboada
Deja un comentario