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Renault Laguna 2.0 dCi 180 CV GT 4Control, prueba (Motor y prestaciones)
El azul está de moda entre las berlinas deportivas, eso es lo primero que me ha venido a la cabeza para empezar con esta prueba del Renault Laguna equipado con el motor diesel 2.0 dCi de 180 CV y acabado GT (que le aporta un toque diferente al Laguna que todos conocemos). Pero una de […]
El azul está de moda entre las berlinas deportivas, eso es lo primero que me ha venido a la cabeza para empezar con esta prueba del Renault Laguna equipado con el motor diesel 2.0 dCi de 180 CV y acabado GT (que le aporta un toque diferente al Laguna que todos conocemos).
Pero una de las características más importantes del Laguna que hoy probamos es el sistema 4Control, es decir, las ruedas traseras directrices. Y ¿cómo repercute esto en la dirección y conducción? pues tenemos en una berlina cercana a los cinco metros, la agilidad de un compacto en carretera. Si a eso le sumamos el potente motor de 180 CV, es resultado final es un Renault Laguna muy interesante.
Motor y prestaciones
El motor de dos litros diesel llega a su máxima potencia con esta versión de 180 CV (175 CV si lo asociamos a la caja de cambios automática). Está sólo disponible con el acabado GT, y es un motor que destaca por su respuesta y suavidad.
Cuando hablamos de respuesta, desde bajas vueltas a 1.500 r.p.m. empieza a empujar de manera contundente hasta desfallecer cerca de las 4.000 vueltas. El rango de mayor empuje se sitúa entre las 2.000-3.000 vueltas, destacando por su progresividad y suavidad.
Es un propulsor divertido en carretera y que afronta cualquier adelantamiento sin el más mínimo problema, al mismo tiempo que no necesitaremos jugar demasiado con la caja de cambios manual de seis velocidades para obtener una buena respuesta.
Precisamente la caja de cambios de seis relaciones tenía un tacto mejorable, más propio de una berlina sin pretensiones deportivas que de este Laguna de 180 CV. Tampoco disponía de unos desarrollos del cambio muy largos, puesto que en sexta a 120 km/h íbamos a 2.200 r.p.m., con una sexta algo más larga seguro que reducíamos el consumo en autopista del Laguna.
Comportamiento
En el comportamiento va a jugar un papel importante el sistema 4Control, que básicamente, son las ruedas traseras directrices. Por debajo de 60 km/h las ruedas traseras giran en sentido contrario a las delanteras para favorecer la maniobrabilidad del coche y por encima de 60 km/h giran en el mismo sentido para favorecer la agilidad y rapidez en el paso por curva.
Esto en la práctica se traduce en dos situaciones diferentes. En ciudad es un coche que se comporta como si nos moviéramos en un urbano, la maniobrabilidad es simplemente excelente. Tiene muy buen ángulo de giro y es ágil por las calles de las urbes.
Mientras que en carretera tenemos un coche con un paso por curva correcto y denotando un mayor agilidad, porque tendremos que girar menos el volante para el coche responda a nuestras órdenes, por lo tanto es más rápido a la hora de responder a la dirección.
Eso sí, es un sistema al que hay que acostumbrarse, por ejemplo, en autopista necesitamos girar muy poco el volante para cambiarnos de carril y por lo tanto nos tenemos que adaptar al sistema sobretodo las primeras veces que conducimos un coche con 4Control.
La dirección se suma a la deportividad con un tacto más bien duro, correcto para la orientación del modelo y sin llegar a ser incómoda. Mientras que las suspensiones son las únicas que nos recuerdan que estamos al volante de una berlina tradicional, con un tarado orientado al confort, pero que nos permiten pequeñas licencias deportivas en carretera.
Para finalizar tenemos al equipo de frenos que cumplían correctamente su función, y detenían con total seguridad al Renault Laguna.
Consumo
Los 180 CV pasan factura al consumo, pero sobretodo una caja de cambios con desarrollos no muy largos, hacen que en autopista la media de consumo sea de 6,7 litros a los 100 km, una cifra bastante elevada para tratarse de una berlina diesel.
En carretera la mínimo que hemos conseguido es 6,1 litros a los 100 km, mientras que lo normal es que el consumo ronde los 7 litros a los 100 km. Finalmente en ciudad el consumo se eleva hasta los 10 litros a los 100 km.
En general este apartado es mejorable, porque hoy en día existen motores similares mucho más ahorradores sobretodo en autopista donde lo normal en nuestras otras pruebas es que ronden los 6 litros, no casi siete como ha pasado con el Renault Laguna.
Fotos | David Taboada
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