Prueba Lancia Delta GLP: Día 4 Ginebra > Neuchatel

Ahora que ya estamos en Suiza con nuestro Lancia Delta de GLP nos toca iniciar una ruta por el país helvético donde conocer una parte de Suiza y de sus principales ciudades. Hace unos días te contamos las primeras impresiones al volante del Delta de GLP en nuestro camino desde España hasta Suiza y ahora arrancamos la ruta desde Ginebra.

La ruta de hoy discurrirá desde Ginebra hasta Neuchatel pasando cerca de varios lagos y diferentes tipos de paisajes. Además seguiremos contando nuestras impresiones de conducción del Lancia Delta de GLP que hemos probado a fondo en toda la ruta.

Día 4: Ginebra > Neuchatel [244 km]

Nuestra primera ciudad de paso es Lausanne, la ciudad en sí no tiene mucho que visitar (quitando su casco histórico) pero desde Ginebra a Lausanne recorremos uno de los laterales del Lac Leman, es decir, el Lago de Ginebra. Eso sí, para ver el lago hay que estar muy atento y poder alzar la vista entre los numerosos chalets que pueblan todo el margen del lago. Todo el recorrido lo haremos por nacional, y no por autovía, para la que necesitaríamos comprar la famosa viñeta (que cuesta sobre 29 euros) y la venden en gasolineras.

En Lausanne, como curiosidad, está la sede del Comité Olímpico Internacional, junto con el museo que repasa la historia de los juegos. Hay una región pegada al lago llena de viñedos que es muy interesante visitar, sobretodo en época de vendimia cuando las viñas están en su mayor esplendor.

Tanto en Ginebra como en Lausanne las calles están plagadas de señales de tráfico y de constantes radares y cámaras en los semáforos que detectan tanto la infracción de velocidad como pasar en rojo. De todas las ciudades suizas, estas dos son las que más radares tienen en sus calles.

Entre Lausanne y Neuchatel, la ruta es por zonas de viñedos en la que aparecen algunos pueblos con castillos o construcciones medievales muy características. Aunque para medieval la ciudad de Neuchatel.

Será la siguiente parada y merece la pena aparcar cerca del lago, pagar el parquímetro (están por todas partes) y bajarse del Delta de GLP a visitar la ciudad de Neuchatel a través de sus calles y plazas medievales.

Lo más destacable de la ciudad son el castillo y su iglesia de estilo gótico construida durante la Edad Media. Si queremos una vista panorámica en la montaña de Chaumont, se puede ver el lago y la ciudad así como una buena vista de los Alpes berneses.

Tras tomar algo y visitar Neuchatel, ya bien entrada la tarde ponemos rumbo a Francia donde haremos noche, concretamente en una ciudad situada a 70 km de Neuchatel: Besançon. De camino pasamos por pueblos tan pintorescos como Chaux-de-Fonds. Y por la montaña, puesto que nos tocará pasar por varias zonas altas repletas de nieve.

Este pueblo es el centro de la industria relojera suiza, se pueden ver las fábricas de sus emblemáticas marcas de relojes y además es la ciudad donde nació Le Corbusier. En la ciudad hay un museo internacional de la relojería, con 4500 piezas de exposición, entre ellas 2700 relojes y 700 relojes murales.

Por último y ya de noche llegamos a Francia, frontera con Suiza, a la ciudad de Besançon. Esta ciudad está rodeada de murallas y fortificaciones que son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La siguiente etapa de la ruta cambia por completo, cambian los paisajes y nos vamos a tierras más tranquilas desde Besançon hasta Interlaken.

Impresiones de conducción

Siguiendo con nuestras impresiones de conducción, tras varios kilómetros al volante del Lancia Delta de GLP, nos ha gustado que por dentro tiene muchos huecos para dejar nuestras cosas, diferentes guanteras y huecos repartidos por todo el habitáculo.

En cuanto a respuesta, pudimos probarlo por carretera con una buena respuesta del propulsor entre 3.000 y 4500 vueltas, aunque desde las 2.000 vueltas ya empieza a empujar, se nota la presencia del turbo. Es un propulsor más que suficiente para afrontar un adelantamiento o una incorporación.

En Francia en un tramo de autovía se mostraba estable a altas velocidades y al mismo tiempo ganaba velocidad con bastante soltura, hace que nos olvidemos de que bajo el capó va un pequeño 1.4, aunque potente.

La postura de conducción es cómoda, ligeramente elevada pero sobretodo con sensación de espacio, el salpicadero está ligeramente orientado hacía el conductor. Y de noche, comprobamos la buena iluminación interior, con luz blanca indirecta que le aporta un ambiente luminoso agradable y sencillo.

La parte mejorable la ponía el tacto de la dirección, bastante artificial y poco comunicativa, aunque ideal para maniobrar gracias al modo City que aumenta la asistencia de la dirección para maniobrar con menos esfuerzo.

Llegando a Besançon nos tocó una carretera con curvas donde pusimos a prueba tanto los frenos como el chasis y suspensión del coche, con una buena respuesta, aunque no es tan dinámico como el Alfa Romeo Giulietta que probamos con el mismo motor, pero eso sí, tenía una respuesta correcta y unos frenos que a la mínima pisada actuaban con eficacia.

Durante el recorrido el consumo de GLP se situó en 8 litros a los 100 km, una cifra muy buena porque tenemos que recordar que el litro estaba a 0.83 euros (en España 0.73 euros/litro) por lo que cada 100 km gastamos 6,64 euros.

En la próxima etapa seguiremos repasando tanto la ruta como nuestras impresiones sobre el Lancia Delta de GLP que hemos probado a fondo.

Fotos | Equipo de pruebas