Clase G Mercedes Salón de Detroit SUV
El primer Mercedes Clase G ha sido conservado en ámbar para recibir en primicia a su sucesor
Mercedes prepara un recibimiento muy especial para su nuevo Clase G. A este la aguarda la bienvenida de un 280 GE de 1979, el cual ha sido conservado en ámbar.
Muchas son las marcas de automóviles que cuentan entre sus filas con un vehículo emblemático, el cual ha marcado un antes y un después en la historia de la firma. Además de esto, si esos modelos han seguido evolucionando con el transcurso del tiempo, se convierten en un coche mucho más especial. Esto es algo que sucede con el Clase G de Mercedes, un vehículo que lleva manteniendo la filosofía del original desde el primer momento.
La firma de la estrella prepara un evento único para recibir al nuevo Clase G, el cuenta con una serie de cambios muy interesantes, tanto a nivel tecnológico como estético. Este nuevo modelo de Mercedes tendrá una bienvenida muy especial, gracias a la presencia de la primera versión del todoterreno germano y alguna sorpresa más.
La presentación oficial -la cual tendrá lugar en Detroit- estará dirigida por el Mercedes 280 GE, el primer clase G que data del año 1979. Pero lo curioso y especial no estará solo en este aspecto, sino que el 4×4 de la firma de la estrella ha sido sumergido en un cubo de ámbar, como si de un fósil se tratase. Este modelo fue el encargado de generar un vehículo histórico, y así ha querido representarlo la marca.
El Clase G mantiene vivo su ADN, gracias a que los ingenieros siguen teniendo acceso a la primera versión, cuyos principios siguen presentes en las generaciones posteriores. Esta es la metáfora que la firma germana quiere que veamos y han conseguido plasmarlo de una forma muy visual. El 280 GE, escondía bajo el capó un motor de seis cilindros y 2.8 litros capaz de generar 156 CV, suficientes para mover al todoterreno alemán sin problemas.
A día de hoy, esas potencias se han aumentado hasta limites insospechables, puesto que el Clase G es capaz de generar en su anterior versión más de 500 CV de potencia. Pese a este drástico cambio, el 4×4 sigue manteniendo viva esa esencia que se conserva en ámbar cual dinosaurio. El cubo que lo alberga cuenta con unas considerables medidas, siendo estas de 5,55 metros de largo, 2,55 de ancho y 3,10 de alto, más que suficientes para contener en su interior a un vehículo tan imponente como el Clase G.
Esto no ha sido una tarea fácil, puesto que han sido necesarios 90 días para crear el cubo en el que se mantiene congelado en el tiempo este Mercedes 280 GE. Hoy conoceremos todos los detalles del nuevo Clase G pero, sin duda alguna, la firma ha conseguido generar una gran expectación con este exuberante presentación.
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