Powershift de Ford: la mejor combinación entre un cambio manual y uno automático

Los cambios automáticos nunca tuvieron una aceptación preponderante en España, donde nos hemos acostumbrado a conducir con cambios manuales en la mayoría de los modelos que se ofrecen en el mercado. Los motivos han estado muy arraigados por años en nuestra cultura automotriz, a través de ciertos razones que siempre se han argumentado: sobreprecio, mayores consumos, falta de rapidez de respuesta en conducción deportiva (aunque no fueron ideadas para eso) y mayores costes de mantenimiento.

Ford cuenta con el cambio Powershift, una combinación de lo mejor del cambio automático y lo mejor del cambio manual, una nueva caja de funcionamiento automático ó manual secuencial. La caja Powershift se incluye exclusivamente para el nuevo Ford Focus y Mondeo, asociada al motor Duratorq 2.0 de 136 cv. Por lo tanto, está hiperdimensionada para transmitir los 320 Nw.m. (340 como máximo, cuando se activa el incremento de par transitorio.

¿Y cuáles son los beneficios de dicho cambio? No tiene ni convertidor de par, ni variadores continuos, ni cualquiera de los mecanismos habituales de una caja automática, que son los responsables de las pérdidas internas de potencia y de cierta lentitud de respuesta. Por lo tanto, en el aspecto de la rapidez de respuesta y del consumo, tienen todas las ventajas de la caja manual de las que deriva directamente. Los cambios son más rápidos que en una caja automática, y también que los cambios de la inmensa mayoría de los clientes es capaz de realizar en sus cajas manuales.

Tiene además la particularidad de que en modo automático, el preciso control electrónico de la caja garantiza que cada cambio se realiza en el momento óptimo en función de la respuesta sobre el acelerador, y con el mínimo consumo y emisiones posibles. Eso permite que esta caja se homologue con un incremento de consumo muy pequeño que oscila entre 0.1 y 0.2 litros sobre el de la caja manual de 6 velocidades. Pero, en la práctica, la inmensa mayoría de los conductores, que no cambian ni tan rápido, ni tampoco seguramente en el momento más adecuado, registrarán consumos más altos con la caja manual que con la Powershift.

Para aquellos que disfrutan de la conducción deportiva, además de ser perfectamente posible, estará más al alcance de la mayoría de los clientes que con una caja manual, con cambios más rápidos, sin que el motor deje de empujar, y sin que éste sufra las variaciones de régimen asociadas a una operación de cambio manual.

Si todavía te quedan dudas que una vez que conduces con cambio automático en la conducción diaria, entre el tráfico de todos los días, ya no quieres cambiar a un coche con manual, seguramente Powershift será una muy interesante opción de una transmisión automática, pero que está basada en una manual.

Fuente | Media Ford