El Porsche Cayenne se actualiza

El Porsche Cayenne es uno de los modelos más populares dentro del segmento de los SUV de lujo, donde se pelea con modelos como el Audi Q7, el BMW X5 o el Range Rover.

Para seguir colocándose entre los más vendidos, el Cayenne recibe una dosis de maquillaje tanto estético como técnico que le hace aún más atractivo.

El Cayenne salió al mercado allá por el año 2002, cuando el mercado de los SUV de lujo no estaba tan desarrollado como actualmente. Sin duda, fue un movimiento cuanto menos chocante, y que hizo que muchos -yo entre ellos- tildásemos a los alemanes de «locos» por sacar a la venta un modelo que, cuanto menos, era completamente diferente a lo que Porsche nos tenía acostumbrados.

Sin embargo, el Cayenne obtuvo un enorme éxito desde el primer momento, alcanzando unas ventas a nivel mundial que hicieron posible que Porsche recuperase una fortaleza económica que había perdido hace muchos años. Es por eso que el Cayenne es un modelo muy querido y respetado dentro de la marca, que ha recibido muchas atenciones para estar siempre lo mejor situado posible.

En 2010, y tras sufrir un restyling en 2008, el Cayenne se renovaba por completo estrenando una segunda generación más moderna, rápida y eficiente. Ahora, a mitad de la vida comercial de esta generación, se lanza una actualización que a nivel estético se distingue por la inclusión de un frontal más afilado, con un paragolpes en el que las entradas de aire están más organizadas, mejor estructuradas. Los faros cuentan con una forma ligeramente diferente, e incorporarán cuatro puntos LED para la función diurna. Podrán ser Full LED de forma opcional excepto en el Turbo, donde será de serie.

El lateral se mantiene sin cambios, mientras que la trasera recibe unos grupos ópticos más modernos, con LEDS continuos. El paragolpes también se rediseña ligeramente, así como las salidas de escape.
No tenemos imágenes del interior, pero parece que también recibirá algunos cambios como un volante más moderno al estilo del Macan, así como una mejora en la ergonomía de algunos mandos.

Donde Porsche ha volcado la mayoría de sus esfuerzos es en los propulsores, que sufren una buena actualización. Para empezar, el Cayenne S deja de ofrecerse con el motor 4.8 V8 atmosférico que montaba hasta ahora, pasando a utilizar el mismo motor que ya usa el Panamera S, un 3.6 V6 Biturbo. Este propulsor deroga 420 CV, 20 más que el modelo V8, siendo mucho más económico gracias a un consumo que desciende en, ciclo mixto, hasta los 9,5 litros cada 100 km.
La variante Turbo también recibe algunos cambios en su propulsor, cambios que se traducen en un incremento de 20 CV para alcanzar los 512 CV.

Sin embargo, la mayor ganancia la encontramos en el versión híbrida, que pasa a ser enchufable, igual que en el Panamera. Cuando el motor de 333 CV V6 y el propulsor eléctrico de 97 CV trabajan juntos, el Cayenne S E-Hybrid ofrece una potencia de 416 CV que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 243 km/h.

Gracias a un nuevo pack de baterías de iones de litio, este nuevo Cayenne podrá moverse de forma completamente eléctrica hasta una velocidad de 124 km/h, con una autonomía que oscila, dependiendo del uso, entre los 18 y los 36 km. El consumo medio de esta versión desciende hasta los 3,4 litros cada 100 km, con una cifra de emisiones de tan sólo 79 gramos cada 100 km.

Los nuevos Cayenne se presentarán de forma física en el Salón del Automóvil de Paris, para ponerse a la venta a finales de año con un rango de precios similar al del actual modelo.

Fuente | Porsche