Mazda MX-5 Cabrios Fotos Salón de París
Oficial: Nuevo Mazda MX-5
La cuarta generación del descapotable biplaza mezcla la identidad estética propia del modelo con ciertas características del lenguaje Kodo aplicado en los demás modelos actuales de la marca. El coche adelgaza 100 kg, es más corto y más ancho que antes y mantiene el reparto de pesos 50:50 y el centro de gravedad muy bajo.
Mazda ha presentado esta madrugada la cuarta generación del MX-5 en tres lugares diferentes del mundo, entre ellos el Mazda Space que ha inaugurado recientemente en Barcelona. El pequeño descapotable biplaza se renueva combinando la misma configuración de motor delantero y tracción trasera de las anteriores generaciones con una estética, una arquitectura, unos motores y un equipamiento actualizados. Llegará a los concesionarios a mitades de 2015.
El diseño del nuevo MX-5 se basa en el lenguaje Kodo o «Alma en movimiento» que Mazda ha estado aplicando en todos sus vehículos desde que lo presentó con el prototipo Shinari en el año 2010. Las líneas curvas y fluidas de la carrocería y los faros delanteros afilados constituyen algunas de las características que delatan el uso de ese lenguaje. Sin embargo, el MX-5 posee otras que son propias del descapotable y lo dotan de una personalidad única con la que no cuentan los otros modelos de Mazda.
El frontal es una de las partes de la carrocería que llama más la atención por lo que ha cambiado desde la tercera generación. La mayor separación de los faros, las entradas de aire laterales y la parrilla central más voluminosas y, en general, la posición rebajada de todo el morro, conforman una expresión muy distinta y crean el efecto de que el coche parece más ancho de lo que realmente es y que está prácticamente pegado al suelo.
El capó también gana expresividad gracias a los nuevos nervios situados en ambos lados y que discurren por esta superficie en sintonía con los abombamientos que nacen sobre los pasos de rueda.
La vista lateral, en cambio, prescinde de adornos innecesarios, como es habitual en el MX-5, y de los nervios que sí se aprecian en los demás productos actuales de Mazda. Los bordes del parabrisas ahora son más estrechos y se encuentran más cerca del conductor para aumentar la visibilidad. Además, las aletas sobresalen más que antes y le confieren al MX-5 una silueta más sugerente.
Al igual que el frontal, la zaga ha evolucionado significativamente y apenas se asemeja con la del modelo al que sustituye. Los pilotos se han rediseñado por completo, el espacio de la matrícula ya no está en la tapa del maletero sino en el paragolpes y este último cuenta con unas formas más marcadas.
Las tres líneas ascendentes de la trasera que parten desde las aletas posteriores y terminan en el borde superior de la tapa del maletero y en los extremos superior e inferior del paragolpes producen la sensación de que la zaga está todavía más elevada, lo que contrasta con el efecto descrito del frontal.
En cuanto a las proporciones, el nuevo MX-5 es 10,5 centímetros más corto, 10 centímetros más ancho y 10 centímetros más bajo que la anterior generación, mientras que la distancia entre ejes se ha reducido en 1,5 centímetros. El empleo del aluminio en varios componentes como el capó o las aletas delanteras, así como la constitución más ligera de la capota, han contribuido a disminuir el peso del MX-5 en «100 kg«, según afirma Mazda en la nota de prensa.
A pesar de esta dieta, la carrocería es más rígida y resistente que la del modelo que reemplaza, de forma que se garantice la seguridad de los ocupantes. Las proporciones más ajustadas y el menor peso, junto con el motor y el habitáculo más cercanos al centro de gravedad, representan algunas de las medidas que ha tomado Mazda para que el MX-5 ofrezca la diversión al volante y el ágil manejo que hicieron famoso al descapotable nipón.
Las modificaciones realizadas en el diseño del habitáculo no son tan profundas como las de la carrocería. Detrás del volante, que sigue siendo de tres radios, se observa que el cuadro de relojes cuenta con una disposición distinta. El cuentarrevoluciones pasa al centro de la instrumentación, el velocímetro se desplaza a la derecha y a la izquierda hay una pantalla digital con información como el combustible restante o la temperatura.
El salpicadero conserva el minimalismo típico del MX-5 y los únicos lujos que se permite, si bien dependerá del acabado, son una pantalla táctil en la parte superior y dos puertos USB en el extremo inferior. La capota se sigue plegando de forma manual, por lo que no hay ningún mando relativo a ella.
En el apartado técnico, el nuevo MX-5 abandona la dirección electrohidráulica y adopta una de tipo eléctrico, las suspensiones heredan la misma configuración que tenía la generación precedente y también se mantiene el reparto de pesos 50:50.
Mazda no ha comunicado todavía detalles concretos de los motores, pero se sabe que pertenecerán a la familia SKYACTIV-G de bloques sin turbocompresor que ya utilizan los Mazda3, Mazda6 y Mazda CX-5. Como último aspecto curioso, cabe recordar que este MX-5 tendrá próximamente un hermano desarrollado por Fiat.
Fuente | Mazda
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