El nuevo Jeep Wrangler no será 100 % de aluminio
El CEO de Fiat Chrysler Automobiles, Sergio Marchionne, transmitió la semana pasada la decisión del fabricante de optar por solo utilizar este material «en gran parte» del vehículo. La nueva generación hubiera resultado demasiado cara de fabricar si llega a emplearlo en un porcentaje tan elevado.
A pesar de los conflictos que libra actualmente Fiat Chrysler Automobiles (FCA) con la agencia estadounidense que vela por la seguridad vial -en inglés, la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA)-, entre otros, su máximo dirigente, Sergio Marchionne, se puede permitir el lujo de encontrar un hueco para matizar detalles sobre la siguiente generación del Jeep Wrangler. En octubre de 2014, os hicimos eco de la preocupación que originó el ejecutivo italiano en la plantilla de la fábrica de Toledo, en Ohio, donde se monta este modelo.
El motivo consistía en que la empresa consideraba construir la próxima versión únicamente con aluminio, una medida que exige barajar otras instalaciones para su producción. Pero la semana pasada, Marchionne matizó en una entrevista con The Detroit News que se ha optado por una alternativa más económica: emplear ese material en «gran parte» del vehículo en vez de en su totalidad, similar a lo que ha recurrido Ford con el nuevo F-150.
El director ejecutivo de FCA explicó que Jeep ya ha constatado la superioridad de los costes a los beneficios de basar la estructura del Wrangler solo en el aluminio. Marchionne expresó su confianza en que, no obstante este cambio de idea, el producto definitivo seguirá ajustándose a las políticas más estrictas de consumos y seguridad que entrarán en vigor en Estados Unidos.
Pero la nube negra se mantendrá flotando sobre los empleados de la factoría de Toledo. Aunque la redefinición de la estrategia para el próximo Wrangler la beneficia, pues necesitará gastar menos dinero para concurrir a la adjudicación de su ensamblaje, Marchionne señaló que FCA todavía contempla otra -se reservó revelar su identidad- donde concebir la cuarta generación del modelo.
Mientras tanto, la fábrica de Ohio prosigue con su millonaria inversión en equipamiento y materiales adicionales que permitan persuadir a la central de acceder a que el Wrangler se quede en el que ha sido su hogar desde 1987, año en el que comenzó a producir el YJ.
Vía | The Detroit News
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