Nissan Qashqai, diez años del SUV japonés que cambió el mercado
El SUV compacto de Nissan cumple diez años y estrena una versión para el mercado ruso, que tiene unas necesidades más exigentes de las que hay en Europa
Hace diez años, los que compraban un SUV eran personas que tenían que circular por terrenos agrestes y de difícil acceso. No era un tipo de vehículos que fueran excesivamente populares ni que fueran indispensables para disfrutar de un buen coche. Y entonces, llegó el Nissan Qashqai y parece que el mercado dio un giro radical. Posiblemente no fuera el primer coche de este tipo que se popularizó, pero sí uno de los más importantes y que ayudó a que se hicieran más y más populares.
Para comenzar, Nissan ni siquiera quería hacer este coche, sino que su idea era dar una nueva generación al Almera, pero se pensó que antes de dar una nueva oportunidad a un coche que no tenía el suficiente éxito, se debía crear un nuevo modelo que supliera ese hueco, pero con más funcionalidades. Los SUV estaban siendo cada vez más populares, pero se trataba, todavía, de grandes coches con muchas prestaciones pero que se escapaban de las posibilidades del común de los mortales.
Se pensó en crear un SUV que mantuviera un tamaño similar al de un compacto, unos gastos de fabricación más ajustados y una altura desde el suelo más cercana al que tiene un todoterreno. Eso sí, el objetivo principal era el mercado europeo, así que del diseño de este modelo se centralizó en el Design Centre Europe, que está ubicado en Londres. El European Technical Centre, en Beds se encargó de realizar el trabajo de ingeniería. Este centro sólo había recibido el encargo de realizar un modelo desde cero solo una vez antes de esto.
La versión rusa del Nissan Qashqai está preparado para enfrentarse al clima y el terreno rusoLa producción se licenció en la planta de Sunderland, con una estimación de 120.000 unidades al año. La duda estaba en el aire, ya que no se sabía cómo iba a reaccionar el público ya que el coche era en parte compacto y en parte SUV. ¿Sería capaz de convencer a los aficionados a los todoterrenos y a los de los compactos o no tendría lo suficiente de cada uno para ser válido para ninguno de ellos?
La jugada de Nissan acabó siendo una buena idea y los Qashqai que salieron de la planta fueron vendidos y dieron el pistoletazo de salida a este tipo de vehículos, todoterrenos con un tamaño compacto pero con capacidades muy atractivas para el of-road. Las ventas han propiciado en la aparición de crossovers incluso más pequeños y funcionales. En el caso del Qashqai, ha tenido un considerable éxito en Rusia, tanto que desde hace dos años se fabrica en la planta de San Petersburgo, donde se ha diseñado una versión más radical, capaz de soportar el clima ruso, que puede ofrecer unas temperaturas por debajo de los 35 grados Centígrados.
Además, el terreno es bastante agreste y quizá la versión europea fabricada en Reino Unido no podría funcionar de manera adecuada en este terreno. Pero claro, sigue siendo un Qashqai, que después de una década sigue siendo una de las opciones preferidas para los compradores de SUVs de tamaño compacto.
Vía | AutoExpress
Deja un comentario