MINI Countryman Cooper D, prueba (Parte III)

Diego G. Moreira 25 marzo 2011 4 min.

MINI Countryman Cooper D, prueba (Parte III)

Llegamos al final de la prueba del MINI Countryman equipado con el motor diesel de 1,6 litros de 110 CV, un motor que ha destacado en la prueba por los consumos que hemos obtenido y al mismo tiempo nos ha gustado el comportamiento, que sigue fiel a la filosofía MINI. De todo esto hemos hablado […]

Llegamos al final de la prueba del MINI Countryman equipado con el motor diesel de 1,6 litros de 110 CV, un motor que ha destacado en la prueba por los consumos que hemos obtenido y al mismo tiempo nos ha gustado el comportamiento, que sigue fiel a la filosofía MINI. De todo esto hemos hablado en la primera parte de la prueba.

Mientras que en la segunda parte nos hemos centrado en el diseño, además de ver su interior, que ahora nos ofrece unas verdaderas cinco plazas y un mayor maletero, aportando más versatilidad al MINI y siendo una alternativa (por espacio) al resto de la gama. Y para finalizar con la prueba ahora hablaremos del equipamiento de serie, del específico de nuestra unidad de pruebas, los precios y nuestra valoración general sobre el modelo.

Equipamiento

Cuando hablamos del equipamiento siempre empezamos repasando el equipamiento de seguridad que trae de serie nuestro Contryman, y en este caso contamos con seis airbags, el control de estabilidad, ABS o el asistente de arranque en pendiente, entre otros elementos. Mientras que en las pruebas de choque de EuroNCAP ha conseguido las cinco estrellas.

Por otro lado el Countryman Cooper D trae de serie el climatizador, los faros antiniebla, o la radio CD MP3 con seis altavoces, así como el «centre rail». También tenemos de serie los espejos eléctricos, el sistema Start&Stop, o los elevalunas eléctricos junto con las llantas de aleación de 16 «. Pero además de este equipamiento de serie contamos con una larga y extensa lista de extras para dejar a nuestro Contryman a nuestro gusto.

De entre todo el equipamiento opcional que tenía nuestra unidad de pruebas, nos gustaría destacar el buen funcionamiento del sistema de entretenimiento que incluía el navegador y que aglutina todas las funciones de audio y navegación en la pantalla del velocímetro, controlándose de manera muy sencilla e intuitiva desde un joystick en el tren central (por 1785 euros). Además también disponía de los altavoces HIFI Harman/Kardon (10 altavoces) que destacaban por la calidad del sonido, eso sí, a un precio de 843 euros.

Tampoco podemos olvidarnos de las luces direccionales bi-xenon, que sin duda son un extra muy recomendable puesto que la calidad de la iluminación nocturna es elevada, y siempre que vayamos a viajar bastante de noche o por zonas mal iluminadas será un buen extra para incluir (sobre 1000 euros más).

Y así podría seguir con una larga lista de extras y personalizaciones disponibles en nuestro Countryman, algo que sin duda agradecerán aquellas personas que buscan personalizar al máximo su coche y que no sea igual al del vecino, pero que nos encarecerá bastante la factura final si no tenemos cuidado de elegir aquellos extras prácticos o que nos gusten. Un ejemplo de esto son los faros de largo alcance, que no son recomendables a no ser por un aspecto meramente de diseño, puesto que la iluminación que ofrecen en carretera vibra mucho y no son nada prácticos cuando viajamos en autovía o incluso en carreteras peor asfaltadas.

Valoración General

Desde la perspectiva de la gama, el Countryman es un coche muy bien resuelto y que completa la gama ofreciendo más espacio, haciendo la compra de un Countryman una decisión más racional que otro modelo de la gama donde veríamos comprometido el espacio interior. Por otro lado para los que le preocupe el aspecto dinámico, MINI ha sabido mantener el ADN de la marca en el comportamiento del Countryman, combinado con un motor diesel con unas buenas prestaciones y un consumo muy ajustado.

Mientras que si lo ubicamos en un segmento, de crossover compacto, el MINI (como la mayoría de los crossover) no cuenta con demasiadas aptitudes off-road, pese a tener opcionalmente disponible la tracción a las cuatro ruedas, y su precio es ligeramente superior al de otros crossover similares (como el Nissan Juke), puesto que este Cooper D parte de los 25.000 euros.

A cambio ganamos un vehículo más exclusivo con muchas posibilidades de personalización, claro que también acaban repercutiendo en la factura final, puesto que en caso de nuestra unidad probada su precio con extras ascendía hasta los 35.570 euros, eso sí, con cuero, navegador, techo solar, climatizador, llantas de 18 pulgadas con sistema Run Flat, entre otros elementos.

La pega la encotramos en algunos acabados interiores que no están a la altura del precio del vehículo, al igual que el precio de algunos extras que deberían venir de serie, como el espejo retrovisor antideslumbramiento, la toma USB, o los faros antiniebla (opcionales para los Countryman One).