Mercedes-Benz G-Code: un prototipo pensado para las urbes asiáticas
Daimler presentó ayer este Sports Utility Coupé conceptual en el marco de la inauguración de su nuevo centro de I+D de Pekín. El vehículo cuenta con unas dimensiones compactas, una mecánica híbrida compuesta de un motor de combustión alimentado por hidrógeno y otro eléctrico y varios innovadores sistemas de asistencia.
Daimler inauguró ayer un nuevo centro de I+D en Pekín destinado a desarrollar productos especialmente diseñados para Asia y, más concretamente, para China. Este país se convertirá en el más importante para el fabricante alemán como muy tarde dentro de dos años, tal y como vaticinó el jefe de Daimler en China Hubertus Troska en unas declaraciones pronunciadas durante el evento.
El centro cuenta con su propio estudio de diseño avanzado y, aunque reporta directamente al estudio central de Sindelfingen en Alemania, Daimler afirma que sus proyectos se centrarán en captar las tendencias y los gustos específicos del mercado asiático. El primer fruto de este estudio es el G-Code, un prototipo de Sports Utility Coupé (SUC, por sus siglas en inglés) que combina el lenguaje estético de los cupés de Mercedes-Benz con determinadas características pensadas para la movilidad del futuro en las gigantescas ciudades asiáticas.
La primera cualidad que hace del G-Code un vehículo adecuado para ese fin son sus dimensiones compactas. Este prototipo mide 4,1 metros de largo, 1,9 metros de ancho y 1,5 metros de alto, unas cotas que, si a ellas se suman las enormes llantas de 21 pulgadas, conforman un vehículo de apariencia robusta y dinámica sin necesidad de recurrir a añadidos típicos de coches de mayor tamaño.
De su diseño hay que destacar además el curioso patrón de luces de colores que ilumina la parrilla delantera y que se inspira en el panel luminoso de la nave Enterprise de Star Trek. La parrilla, en vez de canalizar el aire para refrigerar el motor (de ello se encargan las tomas de aire situadas en los flancos y en el extremo inferior del paragolpes), muestra el modo de funcionamiento del sistema híbrido.
Cuando el G-Code está aparcado y con los motores apagados, la parrilla posee una tenue luz pulsante de color azul; en modo eléctrico, los diminutos puntos que rodean a la estrella se iluminan de color azul y se desplazan hacia ella creando un efecto parecido al de un túnel; en modo híbrido normal, el movimiento es idéntico pero el color de los puntos es púrpura, y en modo híbrido de altas prestaciones, esa tonalidad se vuelve rojiza y los puntos se desplazan hacia los extremos de la parrilla.
La segunda cualidad del G-Code es su sistema híbrido, compuesto de un motor delantero de combustión con turbocompresor que se alimenta de hidrógeno y transmite su fuerza a las ruedas delanteras y de un motor eléctrico trasero que propulsa el eje posterior a través de un doble embrague multidisco. En modo automático, un sistema de control escoge qué y cuántos motores se activan en función de las exigencias de conducción, del terreno y de otros factores.
A las formas de recarga energética habituales, como la frenada regenerativa o la conexión a la red, se une una pintura plateada «multivoltaica«, que proporciona energía adicional actuando como un panel solar y acumulando energía electrostática por acción del viento, y el movimiento del líquido hidráulico producido por los rebotes de los amortiguadores y los muelles de la suspensión.
La tercera cualidad ideal para la movilidad urbana es el gran equipamiento tecnológico del que dispone el G-Code. La carrocería esconde cámaras en los extremos superiores de los pilares A y en la parte trasera que aportan un campo visual de 360 grados. Este se visualiza en 3D en el ordenador del vehículo junto con los datos recopilados por los radares, el escáner de rayos infrarrojos, el GPS y la conexión con otros vehículos y con la infraestructura vial.
El G-Code no representa únicamente una interpretación de las próximas tendencias automovilísticas en Asia, sino que además sirve para poner a prueba diversas novedades que Daimler asegura se trasladarán a los modelos de calle. La empresa no señala si este prototipo saldrá del centro de Pekín, pero parece mucha casualidad que dentro de dieciséis días vaya a abrir sus puertas el Salón de Cantón.
Fuente | Daimler
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