Lamborghini Veneno: ¿el coche más polémico del Salón de Ginebra?

En ocasión de mostraros lo que Lamborghini ha llevado este año al Salón de Ginebra, decíamos que el Lamborghini Veneno era una máquina impresionante, ya que sin duda alguna cuenta con una presencia que impacta a primera vista. Solo teníamos unos momentos para apreciar como es debido a cada coche del salón, por lo que los poco más de 20 minutos que hemos pasado el primer día con el Veneno no eran suficientes para respaldar un argumento (había que fotografiar la mayor cantidad posible de coches) en defensa de los ataques de quienes dicen que resulta ser el diseño más horrible de Ginebra. Pero, ¿lo será en verdad?

Dicen que las comparaciones son odiosas y no resultan ser objetivas, ya que cada modelo tiene una razón de ser. Sin embargo, la primera cualidad de un coche de cualquier segmento, es que entre por los ojos. Simplemente, el primer vistazo es el que cuenta y es el más importante para formar opinión. En el caso del Veneno, el primer vistazo ha sido de sorpresa, aunque ya puestos en profundidad con la competencia del Veneno, vemos que LaFerrari, el Mclaren P1, incluso el Corvette Stingray, lo que ha presentado Porsche y otros deportivos, hasta los menos conocidos, definitivamente dejan al Veneno con la sensación de que es algo… extraño.

Tampoco hay duda de que dejando de lado el sentido estético, el Veneno es un súper deportivo que cuenta con todo lo que puedas imaginar y más. Por algo cuesta 3 millones de euros, dinero que cualquier ricachón estará dispuesto a pagar con los ojos cerrados por semejante bicho. El problema es que se ha comenzado a oír y leer por parte de prensa especializada y asistentes al salón, que el Veneno es demasiado exagerado y que quizás no valga los 3 millones que piden. Y la principal razón es su fealdad, un tamaño y una trasera exagerada y un morro que «parece pegado desde otro coche».

No nos olvidemos que cualquier persona que pague los 3 millones estará gustoso de pasearse por Montecarlo y los sitios más opulentos de Europa y del resto del mundo con este coche y a quienes les importará poco que la línea «X» no sea fluída (que no siga el ritmo de la naturaleza como gustan decir los diseñadores), que no sea tan bonito como el McLaren P1, o que parezca un «Transformer» visto desde atrás. A ellos les importará el impacto, el golpe de efecto causado y poder ir tranquilamente a 350 por hora, aunque no creo que ningún Veneno sea puesto nunca a esa velocidad.

El Veneno es feo, pero lo es por algo. Lamborghini quería crear un coche de edición limitada, lo ha hecho y no tiene por qué guardar las formas ni las apariencias.

¿Crees que el Veneno es tan «execrable» como dicen y que es un deportivo «exageradamente sin sentido» como ha sido el consenso generalizado en el salón?