Jeep Wrangler Sahara 2.8 CRD Aut., prueba (Motor, prestaciones, comportamiento y consumo)
En Highmotor os traemos la prueba del Jeep Wrangler, un 4×4 puro que no le teme a salir del asfalto. Bajó el capó montar el propulsor de 2,8 litros con 200 CV de potencia. Nosotros hemos probado el Wrangler de dos puertas automático y con el acabado Sahara.
La prueba que hoy os traemos en Highmotor es especial, sobretodo por nuestro protagonista, un 4×4 puro de esos que hoy en día son toda una especie en extinción. El Jeep Wrangler es un verdadero todoterreno, lleva años en el mercado fiel a una imagen robusta y a unas aptitudes 4×4 que permanencen frente a la moda SUV.
Pero además es un coche diferente y particular, porque mezcla el diseño más retro con todas las comodidades de un coche moderno, haciéndolo exclusivo, algo a lo que han contribuido las diferentes ediciones especiales que se han lanzado del Wrangler. El Jeep Wrangler que hemos probado equipa el motor 2.8 CRD de 200 CV con caja de cambios automática y acabado Sahara.
Motor y prestaciones
200 CV más que suficientes para mover al Wrangler con total soltura, 200 CV proporcionados por un bloque de fabricación italiana, un motor de cuatro cilindros y 2,8 litros que lleva varios años moviendo a los Jeep y en su última evolución la potencia sube hasta los 200 CV.
Aunque lo más sorprendente del motor no es la potencia, sino su par motor, este potente cuatro cilindros desarrolla 410 Nm de par motor, algo que para hacer off-road nos vendrá muy bien y da una idea de la fuerza que tiene este todoterreno.
Al disponer de reductora, podemos seleccionar entre varios modos de tracción, en tracción 4×2 son las ruedas traseras las encargadas de mover al coche. La respuesta del motor se nota entre las 2.500-3.500 r.p.m., aunque ya empuja desde poco más de 1.500 vueltas.
Tanto en el campo, con una buena respuesta desde bajas, como en autovía, el Wrangler se mueve con total soltura, sólo hay que hundir el pie en el pedal del acelerador y notamos como sus 200 CV despiertan. Eso sí, no es un bloque suave, es muy potente y nervioso, y la rumorosidad es elevada.
Para moverse por carretera o ciudad es recomendable la caja de cambios automática de cinco relaciones, hace que sea más manejable y sobretodo mucho más cómodo para movernos por entornos urbanos. No es una caja de cambios que destaque por su rapidez, pero tiene un funcionamiento correcto. Desde la propia palanca podemos usarla en modo secuencial.
Pese a que sólo tiene cinco relaciones, están muy bien escalonadas y con unos desarrollos largos, por lo tanto es más que suficiente para rodar en carretera o autovía a un régimen normal.
Comportamiento
Ahora que ya conocemos algo más de su motor, toca hablar del comportamiento. Normalmente un todoterreno puro es muy eficaz en el campo pero fuera de su habitat natural se muestra menos eficaz. En el caso del Jeep Wrangler, es innegable que no se comporta como un turismo en carretera, pero si es cierto que ha mejorado mucho en este apartado.
Nosotros hemos rodado 600 km por autovía con él y gracias a su potente propulsor no le cuesta mantener la velocidad, al mismo tiempo que mantiene un comportamiento bastante correcto. Eso sí, en carretera debemos recordar que los neumáticos tienen mucho perfil, que es tracción trasera y tiene mucho par motor, y que las suspensiones están orientadas a un uso off-road.
Si se nos olvida todo lo anterior y queremos poner a prueba los límites del Wrangler, el control de estabilidad está alerta para evitar que perdamos el control del coche, a la mínima actúa para que siempre esté bajo control.
Es decir, no es un coche que destaque por su dinamismo, pero actualmente el Jeep Wrangler se mueve por carreteras y autovías con estabilidad, y además potencia no le falta. En ciudad, si elegimos el cambio automático, puede parecer que es una locura meterse en el centro de una urbe con él, pero pese a sus medidas sorprende el buen ángulo de giro que tiene.
Los frenos son potentes y su funcionamiento es correcto, pero la física es la física y por tanto no hacen milagros, es decir, siempre tenemos que ser conscientes que llevamos un coche pesado y que no podemos apurar las frenadas. La parte mejorable es la dirección de tacto poco preciso, no transmite lo que pasa en las ruedas.
Comportamiento off-road
A donde llega un Jeep Wrangler, no llega cualquier coche. Pertenece al selecto club de los 4×4 puros, aquellos que se pueden meter por zonas complicas, que no le tienen miedo al barro, que si nieva no es un problema, que se pueden manchar y no pasa nada, con los que disfrutar en cualquier tipo de ruta.
A favor tiene una altura libre del suelo considerable (hay que pegar un pequeño salto para subirse al coche), unas ruedas preparadas para salir del asfalto y con un alto perfil, una reductora, y buenos ángulos para afrontar cualquier problema con total tranquilidad, además de las protecciones de los bajos.
En zonas donde el suelo es resbaladizo o poco firme, a veces ni siquiera hace falta que accionemos la reductora, siendo suaves con el acelerador, el Wrangler pasa sin complicaciones -gracias a sus neumáticos-. Si la ruta o la adherencia se complica siempre tenemos el modo 4×4 High o en el peor de los casos el bloqueo 4×4 Low.
Nosotros lo hemos probado por trialeras, zonas de arena, zonas de hierva húmeda con baja adherencia, y en especial en zona de rocas, donde me mueve con soltura y escala con total tranquilidad. La única ayuda electrónica que tiene es el control de descensos, muy útil en bajadas complicadas.
Consumo
La cifra preferida del Wrangler son los 10 litros, los consumos siempre se acercan a esta cifra. En autovía, durante 600 km marcó 10,2 litros a los 100 km. Mientras que en carretera se mueve entre los 8,5 y 9,5 litros a los 100 km (todo depende de lo cuidadosos que seamos).
En ciudad es fácil rondar los 12 litros a los 100 km, sobretodo si nos topamos con congestiones puesto que arrancar y parar dilapida el consumo. La autonomía nos parece mejorable, porque tiene un depósito de 67 litros, que en teoría daría para poco menos de 600 km, pero para hacer un viaje o para rodar por carretera o ciudad, quizás algo más de depósito no le vendría mal.
En la segunda parte de la prueba nos toca hablar del diseño, ese inconfundible diseño Jeep, y del interior, del espacio que ofrece a los cuatro ocupantes o de su maletero (que ya adelantamos, no es muy grande).
Fotos | R. Rodriguez, S. Rodriguez, Diego G. Moreira y agradecimientos al resto del equipo que han hecho posible la sesión de fotos.
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