El Fisker Karma detiene su producción a la espera del destino de A123 Systems

Fisker sigue teniendo sobresaltos para cumplir con las entregas del Karma. Entre diversos problemas que han afectado su imagen, como el incendio de vehículos con el huracán Sandy, ahora se agrega el complicado panorama de la bancarrota de A123 Systems, su proveedor de baterías.

A123 ha sido el principal proveedor de baterías para el Karma, por lo cual Fisker se encuentra en un dilema. El fabricante de baterías ya ha cortado todas sus líneas de producción, por lo que la distribución de baterías para el Karma ha quedado paralizada, lo mismo que la producción de la berlina híbrida.

Al no haber un procedimiento de producción que sea el mismo para todos en la fabricación de baterías, cada fabricante diseña sus vehículos teniendo en cuenta las particularidades de una batería o de un sistema de baterías en especial, de una determinada marca. Por ello, Fisker simplemente no puede buscar otros proveedores. La bancarrota de A123 también afectaría a GM, ya que el Spark eléctrico usa baterías de la compañía.

El destino de A123 Systems es incierto. Como es casi costumbre en estos casos, una compañía china se ha presentado para adquirir la compañía. La cesión de los activos de A123 Systems a Wanxiang Group Corporation es resistida por ciertos miembros del gobierno americano, ya que se se le serviría en bandeja la manufactura y distribución de los llamados «materiales raros» a China; y es que China tiene el monopolio de fabricación de ciertos materiales que no solo sirven para fabricar inocentes baterías para coches, sino también para la fabricación de sistemas de defensa.

Vía | Torque News