La falta de pruebas de conducción de parte de las marcas hacen bajar aun más las ventas
Según un estudio realizado por la consultora BearingPoint y una agencia holandesa de protección al consumidor, la lentitud en procesar los pedidos de pruebas de conducción y la falta de respuesta de las marcas, ocasionan que muchos potenciales clientes no compren el coche que tenían pensado comprar. El 65% de los pedidos no se contestan […]
Según un estudio realizado por la consultora BearingPoint y una agencia holandesa de protección al consumidor, la lentitud en procesar los pedidos de pruebas de conducción y la falta de respuesta de las marcas, ocasionan que muchos potenciales clientes no compren el coche que tenían pensado comprar.
El 65% de los pedidos no se contestan dentro de los primeros cuatro días, mientras que el 45% no recibe respuesta dentro de los siguientes catorce días, según el estudio, que involucró a 19 marcas distintas en toda Europa. Y no menciono los casos en los que no se recibe ninguna respuesta de parte de la marca.
Esto lo he vivido en carne propia, tanto como cliente, como de vendedor. Y es que a la hora de que un cliente solicitaba una prueba de conducción el gerente de ventas en turno de repente se volvía sordo, ciego y mudo. La venta se perdía y el cliente ya no regresaba. Y como comprador, me ha tocado ser olímpicamente ignorado más de una vez.
El interés de realizar una prueba de conducción no es solamente para pasar el rato o hacer el loco con un coche nuevo. Si se hace, es porque hay mucho interés en comprar el coche. Y aunque no fuera así, es la mejor manera de que las marcas publiciten lo que venden y una de la mejores maneras de atraer más clientes.
¿Alguna vez has sido ignorado por querer hacer una prueba de conducción
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Es indignante, aún van a pensar que alguien con dos dedos de frente va a comprar un coche sin probarlo. Si se hace con una camiseta de 15€, ¿cómo no se va a hacer con un coche?
…pero voy a ir un paso más allá. El año pasado me interesé, entre otros, por el BMW Serie 1 gasolina. Recalco gasolina porque a la vendedora no le debió quedar claro las diez o quince veces que le dije: «No voy a pagar por un diésel, quiero un gasolina». Me parece bien que cada cual siga la estrategia comercial que prefiera, y si al vendedor le dicen que intente que la gente compre diésel porque les interesa más, perfecto.
Ahora bien, si ves que el cliente no va a cambiar de opinión y no quiere diésel, lo suyo sería no dejar que salga del concesionario sin el precio de lo que te pide. Incluso me habló mal del 116i para que me decantase por el diésel. Obviamente lo que hice fue marcharme y no volver.