El Chevy Volt soluciona (aparentemente) su problema de incendios espontáneos

No fueron mayoría los Chevy Volt que se convertían en una bonita columna de fuego, pero el caso de un par de incendios de Chevy Volt (uno mientras se encontraba aparcado en las instalaciones de la mismísima NHTSA, el otro, en una casa particular) han bastado para que la prensa americana se ensañara con el Volt y para que GM sintiera que se le venía abajo la estantería de su rango extendido.

Con premura, los ingenieros dicen haber desarrollado una cura para los casos de fiebre repentina, que tiene que ver con la instalación de nuevas mediciones electrónicas sobre el estado de las baterías. La solución ha sido la menos dolorosa para GM, visto que un rediseño general de las baterías y del circuito de refrigeración no iba a ser muy reedituable que digamos.

De ahora en más todos los Volt despachados contarán con las mismas baterías y la misma estructura de montaje que las secunda ya que, en palabras de sus ingenieros, «GM tiene plena confianza en la robustez y seguridad de las baterías». El cambio principal será el agregado de un nuevo sensor que monitoreará segundo a segundo los niveles de refrigerante, al mismo tiempo que los sellos del circuito de refrigeración se harán mucho más resistentes para que no haya fugas de líquido que provoquen corto circuitos en casos de un accidente.

Además de que GM retomará la producción del Volt en pocos días, todos los nuevos modelos saldrán a la calle con las modificaciones descritas y eso incluye a los que ya están circulando desde el año pasado. Estos últimos serán materia de un llamado a revisión que pronto será emitido por GM.

Vía | Automotive News