Audi Q5 3.0 TDI, prueba (diseño exterior, interior y maletero)
En la segunda parte de la prueba del Audi Q5 3.0 TDI nos metemos de lleno con su diseño tanto exterior, con líneas clásicas y robustas, como interior, con un habitáculo amplio para cuatro personas con un maletero suficiente para las necesidades del día a día.
Avanzamos con el análisis del Audi Q5 3.0 TDI que estos días protagoniza la sección de pruebas en Highmotor.
En la primera parte os contábamos todo lo relativo a la dinámica de este gran Audi, y hoy toca centrarnos en su diseño tanto exterior como interior.
Diseño exterior
El Audi Q5 cuenta con unas líneas muy familiares, que rápidamente le identifican como miembro de la marca de los cuatro aros. La silueta es completamente Audi, con líneas sobrias pero elegantes que gustan a la amplia mayoría.
El frontal cuenta con un elemento que llama la atención, una gran parrilla hexagonal con acabado formado que confiere a la parte delantera una gran robustez. Los faros también cumplen con su función estética, especialmente cuando equipan tecnología LED como nuestra unidad.
El paragolpes delantero, especialmente cuando se equipa el pack offroad, muestra una imagen muy atractiva y campera, que invita a sacar al Q5 al campo para disfrutar de sus cualidades. La vista lateral no es especialmente llamativa, aunque hay que reconocer que con las enormes llantas de 20 pulgadas y los pasos de rueda en plástico negro, la imagen se vuelve más atrayente que de costumbre.
El Q5 se atreve a hacer sus pinitos en el campo
La parte trasera es típicamente Audi, con unos grupos ópticos con tecnología LED que muestran una estampa tecnológica de lo más interesante. La luna trasera, que no se abre independientemente del portón del maletero, tiene un tamaño algo más pequeño de lo que nos gustaría, algo que queda compensado con el gran tamaño de los espejos retrovisores.
Los detalles propios de una marca premium los encontramos en los encastres metálicos, en la doble salida de escape o en las luces de matrícula con tecnología LED, algo que comienza a ser cada vez más común entre los vehículos de nueva hornada.
Diseño interior
Al habitáculo de un Audi siempre se le presupone un nivel de realización por encima de la media. En el caso del Q5, esta máxima se cumple, y de forma notable. El interior del Q5 se presenta como un lugar de lo más confortable en el que pasar horas y horas.
El salpicadero cuenta aún con las líneas clásicas de los modelos de la marca de los cuatro aros, ya que el Q5, a la venta desde 2009, cuenta con muchos elementos comunes con los actuales A4 y A5, modelos también veteranos dentro de la familia Audi.
El diseño, sin ser un prodigio de belleza, se muestra plenamente funcional y agradable a la vista, aunque sí es verdad que comienza a notar el paso del tiempo, ya que las líneas básicas datan de 2009, lo que suponen más de 5 años. Los materiales usados no merecen pega ninguna a excepción de algún plástico duro colocado en lugares aislados que desmerecen un interior de un coche que supera los 80.000€.
Mucha calidad con un diseño típicamente Audi
La habitabilidad interior es bastante buena tanto en la primera como en la segunda fila de asientos, los cuales, por cierto, son realmente cómodos y permiten afrontar largos viajes sin que la espalda se resienta lo más mínimo. Cuatro ocupantes viajarán con espacio suficiente, contando además con salidas de aire específicas, mientras que el pasajero de la plaza central en la segunda fila irá algo más apretado, debido sobre todo al voluminoso túnel de transmisión, necesario para el funcionamiento de la tracción total.
Maletero
El maletero cuenta con una capacidad base de 540 litros, lo que le sitúa en la media del segmento. Plegando la segunda fila de asientos, operación que se realiza sin esfuerzo y en pocos segundos gracias a unos tiradores ubicados en el propio maletero que abaten los respaldos de forma automática, la capacidad de carga aumenta hasta unos excelentes 1560 litros.
En el hueco de carga disponemos de un pequeño espacio en un lateral que nos servirá para que pequeñas cosas no viajen moviendose constantemente por el hueco del maletero. Además, contamos con una toma de corriente de 12 V muy útil para enchufar un cargador o una nevera portátil, por ejemplo.
Un punto de vista diferente
Fotografía | Daniel Valdivielso
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