Audi Q3 2.0 TDI 177 CV S-Tronic Quattro, prueba (Motor, prestaciones y consumo)

En Highmotor hemos probado el Audi Q3, un SUV que cumple a la perfección la definición del segmento al que pertenece y que ha sido de los últimos en llegar al mercado, con el Mercedes GLK que es el veterano en este segmento. Pero este Audi llega con potencial, con argumentos sólidos para convencer a los usuarios de este tipo de coches.

El motor probado es el más prestacional (por debajo está la versión de 143 CV) se trata del conocido 2.0 TDI de 177 CV asociado a la caja de cambios de doble embrague S-Tronic (DSG) que aumenta el confort al volante y crea un conjunto interesante para disfrutar del pequeño SUV alemán. Nuestra unidad también dispone de la tracción Quattro. ¿Te interesa el Q3? ¿Buscas un SUV premium? Quédate con nosotros en esta prueba y te contaremos todo sobre el coche.

Motor y prestaciones

El motor del Q3 que probamos no tiene demasiados secretos, seguro que pocos desconocéis a este archiconocido dos litros TDI que se usa en un buen nutrido grupo de modelos VAG, desde Seat, Skoda o la propia Audi. Si hablamos del motor con respecto al Audi Q3, es decir, si es un motor suficiente o si podemos ahorrarnos algo de dinero y optar por su versión de 143 CV, aquí ya hay más que contar.

Para los que buscan deportividad, para aquellos que cuando van a adelantar quieren hundir en pedal y que el coche responda de manera rápida, sin duda este 2.0 TDI de 177 CV es el motor ideal, con una respuesta típica desde las 2.000 vueltas hasta las 3.500 r.p.m.

Si practicamos una conducción más tranquila, la versión de 143 CV puede ser suficiente.

Al motor de nuestra unidad hay que sumarle la caja de cambios automática S-Tronic, es decir, una caja de doble embrague con un funcionamiento impecable, además de rapidez cambiando cada una de las siete marchas que tiene. El cambio S-Tronic ofrece un plus de confort al volante, pudiendo gestionar las marchas en modo secuencial o sacándole el máximo partido al motor con el modo Sport, eso sí, las levas son opcionales.

Comportamiento

Este ha sido el apartado que más me ha gustado. En otros vehículos Audi que hemos probado, la suspensión nunca acaba de agradar al 100%, busca la firmeza pero al final se muestra algo seca. En el Audi Q3 han conseguido un excelente punto medio. Al circular por zonas con mal asfalto el coche se muestra cómodo, se encarga de filtrar las irregularidades, mientras que al realizar una conducción algo más dinámica el coche responde con un comportamiento aplomado y estable, más propio de un turismo.

Eso sí, los neumáticos tienen un perfil generoso (235/50 R18), que contribuye al confort en zonas con mal asfalto pero que le restan agilidad en carretera. También es curioso lo rápido que actúa el ESP, dejando muy poco margen al conductor, algo que por otra parte sigue en la línea de la estabilidad y aplomo que mencionamos antes.

En este apartado también tenemos que hablar de la tracción Quattro presente de serie en nuestro Audi Q3, un elemento prescindible, por el sobrecoste que su pone y por el poco uso que le podemos dar. El Q3 no tiene una buena altura libre del suelo, los neumáticos no son mixtos, así que más allá de los amantes de la nieve (acompañado de unos buenos neumáticos), la tracción es prescindible.

Por último en el apartado de comportamiento, tenemos la dirección con un tacto correcto y los frenos que cumplen sin problemas con su cometido.

Consumo

Dentro del apartado de consumo las cifras son algo elevadas pero estamos ante la versión con el sistema de tracción Quattro y un motor de 177 CV, teniendo el Q3 un peso final que ronda los 1.660 kg. En autovía, durante un recorrido de 300 km, ha conseguido un consumo de 6,6 litros a los 100 km.

Mientras que en ciudad la cifra sube hasta los 10 litros a los 100 km, sin duda el peor habitat para el Audi Q3 porque el arrancar y parar no le sienta bien, pese a que cuente con el Start&Stop. Mientras que en carretera el consumo rondó los 6,8 litros a los 100 km.

En la segunda parte de la prueba hablaremos del diseño, del espacio interior y de la calidad de acabados.

Fotos | Diego G. Moreira