Asistimos a Salon Privé 2013

La semana pasada tuvimos la oportunidad de acudir a Salon Privé, uno de los eventos de motor más prestigiosos de Londres. Se celebra anualmente desde 2005 en Syon Park, un parque de unas ochenta hectáreas situado a dieciséis kilómetros al oeste de la capital británica y que rodea Syon House, la casa de la familia del Duque de Northumberland.

Allí se reúnen coleccionistas, comerciantes, propietarios de motos y coches exóticos, invitados distinguidos y aficionados al motor para admirar desde prototipos presentados en primicia mundial y novedades que se estrenan en Europa hasta clásicos únicos. La entrada no es nada barata (la más «económica» vale 231 euros), pero tampoco lo son los vehículos expuestos: el valor total de la lista de modelos superó los 77 millones de euros.

Primicias mundiales y europeas

Si bien la presentación al público del nuevo BMW X5 M50d tiene lugar estos días en el Salón de Frankfurt, la firma bávara quiso enseñarlo antes en exclusiva a los asistentes de Salon Privé. Sus datos más importantes os los adelantamos hace unos días. Aunque en persona se agradecen los detalles estéticos heredados de los últimos modelos de BMW, los cambios han sido bastante conservadores y este X5 apenas varía con respecto al anterior M50d.

Otro que se estrena en nuestro continente es el nuevo Maserati Ghibli. Fue presentado en el Salón de Shanghái en abril. Su gama y precios, que podéis leer aquí, se hicieron oficiales en julio. La unidad exhibida en el espacio reservado a Maserati se hallaba junto a un Quattroporte y su diferencia de tamaño es importante. El Ghibli es menos ostentoso a la vista, pero no por ello prescinde de los rasgos deportivos de la berlina insignia. Recupera tanto un nombre como un concepto de vehículo que Maserati abandonó en los años 90. Con el nuevo motor Diesel tiene bastantes posibilidades de ayudar al fabricante a alcanzar sus ambiciosos objetivos de ventas.

Igual que el Ghibli, el súper deportivo híbrido Icona Vulcano tuvo su puesta de largo en Shanghái. Sus prominentes pasos de ruedas, las aristas y la ardiente tonalidad anaranjada visten un coche todavía más brutal. La versión expuesta en el evento londinense era la más alta, alimentada por un V12 combinado y un motor eléctrico cuya potencia conjunta se acerca a los 1000 CV. Su tarifa es igual de astronómica: unos 2.800.000 euros. Cantidad que probablemente tampoco importunaría demasiado a algunos de los invitados de Salon Privé.

Recién llegado de Monterey, California, el Spyker B6 Venator Spyder Concept aterrizó en Europa en un evento que le vino como anillo al dedo. El sello de la marca holandesa en este Artega GT camuflado sigue muy presente pese a haber perdido el característico techo de cristal del coupé que vimos en Ginebra. De cerca llaman la atención su exagerado spoiler delantero, el gran voladizo trasero y el cuidadísimo interior. Señas de identidad que le harán falta para que si su V6 de 375 CV no consigue acercarlo al Porsche 911, como pretende Spyker, por lo menos sirva para ofrecer una alternativa original a los clientes de un Jaguar XK Convertible o un Maserati GranCabrio.

La compatriota de Spyker, Vencer, aprovechó Salon Privé para anunciar la versión definitva de su deportivo Sarthe tras dos años de trabajo. El diseño de su carrocería hecha de fibra de carbono prácticamente se ha mantenido calcado al prototipo presentado en el Top Marques de Mónaco. Es muy largo y afilado, pues según la firma se inspira en los vehículos de Le Mans de los 80. Se mueve gracias a un 6.2 V8 de General Motors que arroja 510 CV y 650 Nm de par máximo, el cual le permite alcanzar 326 km/h. Pesa 1390 kg y tan solo se fabricarán unas pocas unidades, todas a mano, en las instalaciones de Vencer en Vriezenveen.

El fabricante mexicano Vühl se personó en Londres con los deberes hechos. Su primer modelo, el 05, logró la aceptación necesaria en el Festival de Velocidad de Goodwood para asegurar su producción. Este deportivo de 185 CV y 725 kg de peso es un juguete ideal para los track-days que tanto gustan en el Reino Unido, uno de los mercados principales para Vühl. Su estampa agresiva la crean el contraste de su carrocería mitad plateada mitad oscura, los faros de expresión intimidante y las grandes tomas de aire.

La última primicia era el Radical RXC, el primer coche cerrado que lanza la firma británica. Curiosamente, el día en el que estuvimos en Salon Privé no lo vimos dentro del recinto sino justo en uno de los parking exteriores. Su 3.7 V6 de 380 CV y sus 900 kg de peso se traducen en una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y una velocidad máxima de 282 km/h. Se dirige a un tipo de consumidor parecido al de Vühl, si bien en el caso del Radical, del que se harán 50 unidades al año, su desarrollo se debió en parte a que querían construir algo parecido al coche de Peugeot en Le Mans.

El Concurso de Elegancia y los clásicos

La octava edición de Salon Privé aglutinó más novedades que ninguna otra anterior. Sin embargo, el corazón del evento sigue siendo su Concurso de Elegancia. Jueces de la talla de los pilotos Derek Bell o Murray Walker, el jefe de diseño de McLaren, Frank Stephenson, o el consejero delegado de Zagato, Andrea Zagato, dan cuenta de la relevancia que tiene. 95 coches y motos participantes se distribuyeron en once categorías en la edición de este año.

Algunas de las temáticas más reseñables del concurso fueron los 50 cumpleaños del Porsche 911 y de Lamborghini, el centenario de Aston Martin, los llamativos «Streamliners» de principios del Siglo XX, la historia de los «Berlinetta» o el legado de Sergio Pininfarina, cuyo Lancia Flaminia 3C 2.8 Speciale, una unidad única creada para él como coche personal, acaparó muchas miradas mientras subía a la tribuna.

No obstante, el modelo favorito de los jueces y del público fue este Ferrari 250 California Spyder LWB de 1959. Su orgullosa conductora, Sarah Allen, recogió el premio final del concurso al son de Right Here Right Now de Fatboy Slim mientras periodistas e invitados se acercaban a observar de cerca uno de los descapotables más bellos de Ferrari. El galardón le ha valido a este 250 protagonizar el cartel promocional de Salon Privé en 2014.

El aparcamiento de Lime Avenue

Los asistentes a Salon Privé cuentan con diversos sitios donde aparcar. Pero hay uno que destaca sobre el resto. Es el aparcamiento de un camino conocido como «Lime Avenue«, justo enfrente de la entrada principal al evento. Los vehículos más caros y más raros del público se guardan en este espacio delimitado por una valla estilo campestre hacia el sureste y por la campiña inglesa al noroeste. Las piezas que suelen aparecer aquí son tan valiosas que Salon Privé otorga un premio diario a uno de los coches escogido por unos jueces que los inspeccionan discretamente por las mañanas. Un vistazo a la hilera que se llena hacia el mediodía es casi obligado para cualquier visitante.

Fotos | Guillermo Arnal y A. Presa