25 años del Serie 8 de BMW

Uno de los BMW más famosos, icónicos y codiciados de la historia de la marca cumple este año su 25 aniversario. Hablamos del Serie 8.

Un cuarto de siglo que, gracias a una de las mejores siluetas de la historia del automóvil, no ha hecho más que realzar la figura de uno de los grandes coupés alemanes.

BMW conoce la importancia histórica de la Serie 8, y ha querido rendirle homenaje recordando sus características, su forma y su tecnología. Si echamos la vista atrás, la Serie 8 de BMW se presentó en el Salón de Frankfurt en el año 1989, causando auténtica sensación. Se trataba de una combinación única de lujo y deportividad que rápidamente tuvo éxito.

La Serie 8 se creó como la alternativa coupé basada en la Serie 7, en un momento en el que el otros rivales, como el Porsche 928, copaban la mayor parte de las ventas.
Con un enfoque de «lujo deportivo», la Serie 8 llegó poco después de su presentación al mercado con unas líneas muy novedosas en las que destacaba la ausencia de Pilar B.

El habitáculo, configurado para cuatro ocupantes, destacaba por su diseño enfocado al conductor, sus materiales y ajustes de gran nivel y su equipamiento tremendamente tecnológico. Se podían encontrar, entre otros, suspensión electrónica EDC o columna de dirección ajustable eléctricamente.

La parte fuerte de la Serie 8 era, sin duda, sus propulsores. Inicialmente, se puso a la venta sólo con un motor 5.0 V12 de 300 CV y 450 NM. Conseguía acelerar de 0 a 100 km/h en 6.8 segundos. Se trataba del 850Ci.
Más adelante -en 1993- se añadió una versión de acceso, el 840Ci, propulsada por un motor 4.0 V8 con 286 CV.

En los últimos años de su vida, la Serie 8 potenció su enfoque deportivo lanzando una versión denominada 850 CSi. 381 CV y 550 NM combinados con una caja de cambios manual de 6 velocidades que hacían de este BMW uno de los más rápidos de la época.
En total, fueron más de 30.000 unidades fabricadas de este modelo tan exótico, que sigue cotizándose en el mercado de segunda mano.

Fuente | BMW