Tipos de discos de freno: pros y contras de cada uno
Los discos de freno, para muchos ese gran misterio dentro de su variedad. Hoy os enseñaremos que tipos existen y las ventajas y desventajas de cada uno.
Todos conocemos la función básica de los discos de freno. Una pinza empuja una o más pastillas de freno en el disco causando fricción sobre esta, y haciendo que la rotación disminuya su velocidad y en última instancia, parando el coche.
Sin embargo, y aunque todos los discos de freno siguen este mismo principio en su funcionamiento, las piezas que se utilizan durante el proceso pueden mejorar o empeorar el resultado.
A continuación, conoceremos qué tipos de discos de freno existen, qué funcionalidades aportan cada uno y cual es mejor:
Sólido
Es el tipo más simple de discos de freno que puedes comprar. Como su nombre implica, su estructura esta compuesta de un sólido bloque metálico, especialmente hierro. El problema con estos discos, es que no son los mejores soportando el calor…
Vented (ventilados)
Probablemente son el tipo más común de discos de freno comercializados en los coches modernos. Su diseño permite tener tomas de aire para poder disipar mejor el calor dado a una mejor ventilación, lo que genera que le calor pueda escapar. Esto además evita que puedan romperse a causa del calor y prolongan su vida útil. Con los años estos discos han ido evolucionando su diseño para permitir una mejor ventilación.
Drilled (perforados)
Cuando una pastilla de freno tiene esta a punto de gastarse, expulsa gases y partículas previniendo que dicha pastilla toque el disco. En este tipo de discos de freno se hacen agujeros para dar al gas algún sitio por donde escapar al mismo tiempo que reduce el peso de esta parte, pero, en el proceso, el rotor se ve comprometido.
El disco actúa como un disipador de calor, así que el uso de agujeros puede dificultar esta tarea al concentrar el calor en ciertas áreas de manera más pronunciada. Además, los agujeros pueden actuar como un punto de estrés, lo que puede derivar en una rotura de los mismo en un frenado muy fuerte. En cualquier caso, las pastillas de freno ya no producen tanto gas como antes, así que el uso de discos de freno perforados ha disminuido.
De todas formas, lo más normal es que no te encuentres con estos problemas en la carretera, y, esta es la razón por la cual los discos de freno perforados son tan comunes en muchos coches deportivos hoy en día, ya que, además, quedan genial como diseño de cara al público, y con la utilización de nuevos materiales se pueden hacer realmente sólidos para evitar que se rompan en que caso de que esto llegue a ocurrir.
Slotted / Grooved (ranurado y estriado)
Este diseño ranurado intenta resolver el mismo problema de manera diferente.
Las ranuras o estriados en la superficie del disco, permiten a los gases escapar con beneficios adicionales. La acción de “raspado” que aportan las ranuras pueden limpiar la pastilla y los bordes del estriado incrementan la fricción, aunque, todo ello, a expensas del tipo de pastilla utilizado. Y claro, luego está la cuestión de que estos discos de freno se ven geniales en las ruedas.
Los diseños de los discos de freno estriados varían, pero, el más distintivo es el “jhook” que podemos ver arriba, el cual, está pensado para ofrecer las mismas propiedades de las que hemos hablado con la adición interesante de reducir las vibraciones. Y para que engañarnos, tienen un diseño genial.
Dimpled (hoyuelos)
He aquí otra opción para deshacerse de esos gases. La superficie solo cuenta con perforaciones en una pequeña parte, dejando que la integridad estructural del disco intacta mientras además, da a los gases un lugar por donde escapar.
Los hoyuelos están combinados con estriados en algunos discos, y a veces verás discos con perforaciones combinado con ranuras. Sobre su aspecto, este no es de mis favoritos.
Waved (ondulado)
Los discos de freno tipo Waved, llevan disponibles muchos años especialmente en el mundo de las motocicletas. Audi empezó a introducir este tipo de frenos a algunos de sus coches más rápidos hace unos años. Las principales ventajas de este tipo de discos de freno aportan una reducción de peso y una mejor disipación del calor. Sin duda el diseño de estos discos de freno es uno de los más atractivos bajo mi punto de vista, lo que sin duda motivará a mucha gente a adquirirlos.
Carbon ceramic (carbocerámicos)
La mejor opción para luchar contra el calor son los discos de freno carbocerámicos, y al mismo tiempo, son los más caros. El material de la carbocerámica es mucho más resistente al calor y también es mucho más raro que estos se rompan o deformen bajo un alto de estrés, por ejemplo, en condiciones de conducción deportiva. Además, este tipo de discos de freno son mucho más ligeros que sus hermanos de metal.
El principal motivo por el que no son tan comunes como el resto pese a ser la mejor opción de todas es, como no, su precio. Por poner un ejemplo los discos de freno de carbocerámica de un viejo Audi RS3 cuestan 5000€ cada uno. Y claro, no olvides que necesitarás también pastillas específicas para este tipo de disco lo que hará que el precio aumente todavía más.
Y con esto terminamos este recorrido sobre los distintos discos de freno disponibles en el mercado. Esperamos que la información os haya resultado útil, y ahora que lo sabéis todo a cerca de ellos, ¿con cuál os quedáis?.
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