El primer SUV de Smart reinventará la marca

La llegada de un SUV de Smart era algo previsible, solo la orientación de la marca hacia un mercado muy concreto, el de los coches urbanos, habría hecho posible lo que, ahora, parecía y sería inevitable.

Pero fue en 2012 cuando la firma dependiente de Daimler presentó en el estiloso Salón del Automóvil de París un prototipo en el que convergían la que sería la nueva estética de los Smart que se fabricarían en adelante, bajo un lenguaje de diseño más o menos revolucionario basado en un coupé de corte deportivo pero con reminiscencias a los vehículos todoterreno.

El smart forstars Concept, que ilustra este artículo, nacía como un SUC: Sport Utility Coupé, una apuesta por fundir, no sin dificultad, las características estructurales de un utilitario urbano, un deportivo y un todocamino

Además, este SUV de Smart se presentaba como coche eléctrico anticipando la que iba a ser próxima introducción de la firma entre los automóviles que recurren, en exclusiva, a la energía eléctrica como fuente principal de todos sus sistemas.

El prototipo no cayó en la carpeta de los proyectos descartados ya que, con una normativa ambiental cada vez más restrictiva y la proliferación y tendencia al alza en la venta de los SUV, la llegada de un SUV eléctrico por parte de Smart entraba dentro de los planes de la firma que, a lo largo de 2019, declaraba una fuerte crisis que supuso la venta, de manera parcial, de las acciones de la marca a un grupo inversor chino Geely, gigante donde ya aparecen nombres y pesos pesados de la automoción como Volvo o Lotus, cuyos planes para Smart parecían tomar las riendas de este constructor una vez se firmara el acuerdo.

El nuevo SUV de Smart llegará en 2022

Y es que, según los compañeros de Motori On line aseguran que el nuevo SUV de Smart, además de contar, como el resto de la gama, con propulsores eléctricos, llegará a finales de 2022.

Un coche que debería nacer a partir de la nueva plataforma de fabricación con la que Smart cuenta para sus vehículos electrificados. Esto significa que el todocamino contaría con un conjunto eléctrico cuya batería tendría una capacidad de almacenamiento de 78 kWh, lo cual, en principio, debería permitir una autonomía de unos 400 km.