Prueba Volkswagen Tiguan Allspace 1.5 TSI Sport: ¿Una alternativa a un monovolumen?
Hemos hecho la prueba del Volkswagen Tiguan Allspace, la versión XL del SUV compacto de la marca que pretende convertirse en una alternativa a un monovolumen, pero ¿Realmente lo es?
El Volkswagen Tiguan es la propuesta principal de la marca para competir en el segmento de los SUV compactos. Este modelo ya tiene experiencia en el mercado, y es que su primera generación se lanzó al mercado en 2007 y tuvo presencia en el mercado durante nada menos que 9 años contando con la actualización que recibió en 2011.
Fue en 2016 cuando conocimos la generación que tenemos actualmente en el mercado y en 2018 cuando se puso al día. Esta última fecha es la más importante, y es que es el momento en el que nació esta versión de la que hemos hecho la prueba: el Volkswagen Tiguan Allspace.
Los de Wolfsburgo eran conscientes de que las ventas de monovolúmenes estaban en caída libre, y es que el Volkswagen Sharan no estaba pasando por su mejor momento. Todo lo contrario estaba pasando con su gama SUV, por lo que la salida a este problema estaba muy clara: alargar el Volkswagen Tiguan para ofrecer una configuración de siete asientos y así poder ofrecer una alternativa a los monovolúmenes.
Además, esta estrategia era poco arriesgada, y es que el Grupo Volkswagen ya comprobó que esta fórmula funcionaba bien con su primo hermano, el Skoda Kodiaq que también hemos probado. De hecho, la última marca en apuntarse fue Seat con su Tarraco, por lo que tenemos tres modelos iguales pero con diferente carrocería, elegir entre ellos es cuestión de gustos y, sobre todo, de precios.
Un Volkswagen Tiguan estirado
El Volkswagen Tiguan Allspace es poco más que la versión de carrocería extendida del Tiguan convencional que probaron nuestros compañeros de Highmotor. Esto no es malo en absoluto, y es que para qué tocar algo cuando funciona, una fórmula que también le sirvió al Peugeot 5008 que probamos.
Por ello, encontramos unas formas muy musculosas por toda su carrocería. Empezando el repaso visual por su parte frontal, podemos encontrar unos ángulos muy rectos y una poderosa parrilla con lamas horizontales que conecta directamente con los faros delanteros.
Lo mismo pasa en su silueta, y es que a pesar de que este modelo ha crecido en 22 cm respecto al Volkswagen Tiguan, sigue manteniendo las formas limpias. Por ello, las puertas traseras han ampliado considerablemente su tamaño para favorecer el acceso a la tercera fila de asientos y la nervadura característica del modelo sigue presente de la misma manera en el Allspace.
Su parte trasera remata la sobriedad del conjunto con unos faros en disposición horizontal que no han caído en la moda de juntarse como si pasa en el Seat Tarraco. Sin embargo, el Volkswagen Tiguan Allspace sí que ha caído en la moda de los escapes “de pega”, por lo que tenemos un generoso difusor en la parte baja que alberga dos salidas de escape cromadas cuya función únicamente estética.
Un interior sobrio pero bien terminado
El diseño del habitáculo es exactamente el mismo que podemos encontrar en un Volkswagen Tiguan. Por ello, tenemos un diseño interior que acompaña bastante bien al del exterior, con unas formas sobrias y elegantes adornadas por unas molduras plásticas en acabado brillante. Lo más destacable es el brillante cuadro de instrumentos digital, y es que ofrece una buena cantidad de información, rapidez de respuesta y una nitidez que le sitúa entre los mejores del mercado.
Además, la unidad de pruebas que hemos tenido llamaba especialmente la atención por su tapicería, y es que contaba con una original combinación en color naranja y negro que, pese a ser arriesgada, personalmente me pareció todo un acierto para romper con la sobriedad general.
El Volkswagen Tiguan Allspace ofrece espacio de sobra
Este es el punto fuerte del Volkswagen Tiguan Allspace, y es que sus 22 centímetros de longitud más que el modelo convencional y sus 9 cm más de batalla se notan, ¡Vaya que si se notan!
La mayor diferencia se puede apreciar en la fila central de asientos, y es que el espacio para las piernas es simplemente sobresaliente. Todas las banquetas son desplazables longitudinalmente, de manera que si las colocamos en su posición más retrasada, podremos viajar con las piernas estiradas sin problema. Además, los pasajeros de los asientos traseros podrán disfrutar de elementos como las mesitas en los respaldos o los controles para el climatizador.
Todo este confort se reduce si viaja una persona en la plaza central. La anchura en las plazas traseras es más que suficiente como para que dos personas viajen con total comodidad, pero tres espaldas irán demasiado juntas. Además, el pasajero de la plaza central no tiene un asiento al uso, sino que tiene una banqueta más corta y un respaldo con el apoyabrazos central integrado, exactamente igual que en un Volksagen Tiguan.
La tercera fila es su talón de Aquiles
Si pasamos a la tercera fila de asientos, un elemento de serie en toda la gama del Volkswagen Tiguan Allspace, las cosas cambian considerablemente. En primer lugar, el acceso no es el mejor del mundo, y es que el hueco para pasar los asientos de la segunda fila obliga a tener cuerpos espigados, y es que podría convertirse en una tarea tediosa para alguien de huesos anchos.
Una vez que estamos en la última fila, el principal problema es la altura de las banquetas respecto al suelo, y es que son muy bajas. Por ello, una persona con una altura de alrededor de 1,80 metros llevará las rodillas demasiado elevadas y, por tanto, la posición no es para nada confortable.
Por lo tanto, el uso de la tercera fila de asientos está sólo reservado a niños pequeños o bien para situaciones de urgencia, siendo este un aspecto en el que pierde claramente respecto a un monovolumen convencional. Si tus necesidades implican el uso de las 7 plazas permanentemente, te recomendamos otras opciones.
Si no es tu caso y sólo las necesitas en situaciones excepcionales, estás de enhorabuena, y es que el Volkswagen Tiguan Allspace te premiará con un maletero gigante. Cuando la tercera fila de asientos está plegada, con una capacidad de nada menos que 685 litros y unas formas muy regulares, por lo que se convierte en un compañero ideal a la hora de tragarse el equipaje de toda la familia.
Matrimonio perfecto entre el motor 1.5 TSI y la transmisión DSG
El Volkswagen Tiguan Allspace de nuestra prueba llevaba bajo el capó la que quizá es una de las alternativas más a tener en cuenta en la gama del modelo: el motor 1.5 TSI EVO. Este motor se ha convertido en uno de los más polivalentes dentro del grupo, y es que lo montan prácticamente todos los modelos de la marca empezando por el Volkswagen Golf.
Este desarrolla 150 CV y es suficiente como para mover con total soltura los 1.585 kilos que pesa el conjunto. Además, se trata de un motor bastante lleno, y es que tendremos fuerza suficiente desde la parte baja del cuentavueltas hasta más de las 5.000 rpm.
Este motor está únicamente disponible con la transmisión automática DSG de 7 relaciones y, sin duda, no echaremos de menos otra opción. Esta asociación es un auténtico ejemplo de suavidad, y es que esta caja de cambios de doble embrague funciona a las mil maravillas y es capaz de engranar las marchas de manera prácticamente imperceptible. Además, si lo ponemos en modo manual y lo manejamos desde las levas colocadas tras el volante, muestra un comportamiento muy obediente.
En cuanto a sus cifras de consumo, dependerá siempre del uso que le demos, pero con una conducción cuidadosa y alternando recorridos urbanos y por autopista, rondaremos los 7 l/100 kms, nada mal para un coche de su tamaño.
Cómodo para llevar a toda la familia
El Volkswagen Tiguan Allspace de nuestra prueba comparte plataforma con su versión convencional, por lo que sus 22 centímetros extra no se notan demasiado dinámicamente. Por supuesto, es un coche con nulas prestaciones deportivas, pero si lo metemos en una carretera de montaña es capaz de seguir un ritmo alto sin problema.
La dirección tiene un tacto bastante asistido aunque no está demasiado desmultiplicada. De esta manera, podremos hacer una maniobra sin ningún tipo de esfuerzo y no tendremos que exagerar el gesto de girar el aro cuando queremos meternos en una rotonda.
Por último, su suspensión cuenta con un tarado orientado al confort de marcha, lógico en un SUV de corte familiar. Sin embargo, el Volkswagen Tiguan Allspace ha sabido encontrar la receta perfecta para tragarse muy bien las imperfecciones de la carretera sin pecar de demasiado blanda, por lo que no provoca balanceos excesivos en la carrocería ni rebotes al pasar por desniveles a velocidad elevada.
Un completo equipamiento de serie en el acabado Sport
Nuestro Volkswagen Tiguan Allspace llevaba el nivel de equipamiento Sport, el más alto de la gama. Por ello, el equipamiento de serie ya es muy completo, incluyendo elementos como los faros Led –que proporcionan una iluminación muy correcta-, lunas oscurecidas, molduras cromadas en el exterior, asientos deportivos, climatizador trizona o iluminación ambiental.
Además, contaba con un amplio elenco de elementos de seguridad como el detector de fatiga, aviso de cambio involuntario de carril, asistente de frenada de emergencia, asistente de luces, control de crucero adaptativo, cámara de aparcamiento trasero o ayuda al estacionamiento Park Assist.
No sólo esto, sino que nuestra unidad tenía algunos elementos opcionales que engordaban un poco más la factura final. Por ejemplo, las llantas de aleación de 19 pulgadas (+701,50 euros), la tapicería de cuero en dos tonos (+2.036,94 euros), el pack invierno (+311,77 euros) o el Technology Pack (+1.753 euros).
Un precio que le sitúa en la media
El precio del Volkswagen Tiguan Allspace parte de los 42.446 euros si lo confiramos igual que nuestra unidad, es decir, con el motor 1.5 TSI de 150 CV y el nivel de equipamiento Sport. En este precio no hemos añadido el equipamiento opcional de nuestra unidad, puesto que si queremos contar con su particular tapicería, las llantas de 19 pulgadas o el cuadro de instrumentos digital, nos acercaremos ya a la barrera de los 50.000 euros.
La prueba del algodón: ¿El Volkswagen Tiguan Allspace es una alternativa a un MPV?
Por lo tanto, el Volkswagen Tiguan Allspace ha demostrado ser un compañero ideal para aquellos a los que les gusta la versión convencional pero se queda corta de maletero. Si lo que estás buscando son 7 plazas de verdad, no es la opción ideal –ni esta ni ninguna del segmento-, por lo que será mejor que optes por un monovolumen de verdad.
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