Prueba: Suzuki Swift Sport 2018, deportividad para todos los bolsillos
Más ligero y con motor turbo, el nuevo Suzuki Swift Sport no solo es más deportivo al contemplarlo, también al conducirlo. Todo un GTI de bolsillo que combina practicidad con diversión al volante.
El nuevo Suzuki Swift Sport es uno de esos pocos utilitarios que hay en el mercado que transmiten sensaciones de auténtico GTI, sin comprometer la idoneidad para uso diario… y por una inversión que no llega a los 20.000 euros. Bien por Suzuki.
De hecho, en sus inicios, la versión más deportiva del Swift llevaba las siglas GTI en vez de la denominación Sport. Todavía recuerdo el Swift GTI de principios de los 90 en los que hice mis primeros “pinitos” en esto de enlazar curvas. Su motor 1.3 16V atmosférico de apenas 100 CV movían con soltura los menos de 800 kg de peso de aquel pequeño “cohete”, siempre que fueras capaz de mantenerlo girando en el entorno de las 5.000 rpm, a las que ofrecía su par máximo, y de ahí para arriba. Junto a su ligereza, un cambio muy preciso y una rapidísima dirección que movían unas ruedas con neumáticos 175/60 en llanta 14, aportaban una agilidad pasmosa.
El Suzuki Swift Sport por fuera y por dentro
El nuevo Suzuki Swift Sport me recuerda mucho a aquel Swift GTI por las sensaciones que llegar a transmitir en conducción deportiva. Aunque la verdadera referencia aquí debe ser el Swift Sport de la generación anterior. Estamos ante un coche completamente nuevo, cuyo diseño exterior ya supone toda una declaración de intenciones. Mantiene la longitud de 3,89 metros, pero su carrocería es 40 mm más ancha y 15 mm más baja. Además, la distancia entre ejes aumenta 20 mm, y las vías lo hacen en 40 mm.
Sobre todo en el llamativo color amarillo de lanzamiento –hay otros seis más, azul, rojo, blanco, negro y dos tonos de gris–, con los elementos de la carrocería como faldones y zona trasera inferior en apariencia de fibra de carbono y con esa doble salida de escape, junto a las llantas de 17 pulgadas pulidas, el Swift tiene un aspecto de coche muy serio. Y lo es.
El interior mantiene un diseño que transmite deportividad. Pero lo realmente importante es que tiene todo lo que le pides a un coche que presume de “Sport” en su apellido. Me ha gustado mucho el puesto de conducción. Por el tacto del volante y el cambio, además de la posición de los pedales. Pero también por una instrumentación completa y legible, con una pantalla central digital de 4,2 pulgadas que ofrece informaciones adicionales sobre el motor y la conducción, como la presión de soplado del turbo.
Pero sobre todo, por unos magníficos asientos, que recogen el cuerpo a la perfección. Mucho mejores que los de algunos coches deportivos que he conducido últimamente que cuestan 2 y hasta 3 veces más lo que este Swift . Y para el día a día, frente al anterior Swift Sport, el nuevo mejora incluso la habitabilidad en las plazas traseras, ahora homologado para cinco ocupantes, en vez de para cuatro.
En marcha con el Swift Sport: ¡ágil y divertido!
Peso ligero y nuevo motor turbo, dos factores que tienen mucho que decir a la hora de pasar a la acción. Y es que el nuevo Swift Sport rebaja el peso de la generación en 80 kg, para quedarse por debajo de los 1.000 kg. Para ser exactos, 975. Como referencia, dos de sus rivales más directos, de los que hablamos más adelante, no bajan de los 1.150 kg, alguno de ellos con motor de 3 cilindros.
Por supuesto, la nueva carrocería no solo es más ligera, también ha ganado en rigidez. Las suspensiones –McPherson delante, eje torsional detrás– se han revisado con rodamientos más grandes, estabilizadoras más gruesas y nuevos amortiguadores.
Bajo el capó, el anterior motor atmosférico del Swift deja paso al 1.4 Turbo de inyección directa que también utiliza la versión S del Suzuki Vitara. Son 140 CV, 4 CV más que antes. Pero lo realmente importante está en la curva de par, cómo entrega esa potencia el motor. Si el anterior motor ofrecía un empuje de 160 Nm a 4.400 rpm, el nuevo se va a los 230 Nm, disponibles entre 2.500 y 3.500 rpm. M
No te adelantes sacando conclusiones, porque sin conducirlo, te confundirías. Sí, el nuevo Swift Sport tiene un bastidor más rígido y unas suspensiones más firmes, pero no es una tabla. Mejora la precisión y la agilidad al enlazar curvas, sin perder ese punto de confort necesario para usar el coche a diario o incluso en viajes por autopista. Y sí, por su condición turbo, ya no necesitas hacer un uso intensivo del cambio –¿te he dicho ya que se ha mejorado aún más la precisión y el guiado de la palanca, y que se nota?–, pues hay fuerza desde bajas revoluciones incluso en marchas largas. Pero no le falta carácter si toca llevar la aguja del cuenta vueltas cerca de la zona roja. Incluso el tono del ruido del escape acompaña.
Otra sorpresa del Suzuki Swift durante esta primera prueba ha sido el consumo. A ritmo tranquilo, como casi todos los motores turbo de gasolina de baja cilindrada, es capaz de gastar sorprendentemente poco, unos 6,5 l/100 km de media. Esta cifra está muy cercana a los 6 l/100 km homologados en el nuevo ciclo de conducción WLTP (algo más lejos de los 5,6 que marca en el antiguo ciclo NEDC). Si toca lucir apellido Sport, el consumo no se dispara como en otros motores de este tipo incluso con menor cilindrada, y quedarse en torno a los 8,5 l/100 km no es complicado. La autonomía, por tanto, está más condicionada por un depósito de combustible pequeño, apenas 37 litros, más que por un consumo alto.
Video Suzuki Swift Sport
Equipamiento y precio del Suzuki Swift Sport
Con los 2.000 euros de descuento que incluye la campaña promocional, los 21.370 euros de precio de tarifa del Suzuki Swift Sport se quedan en 19.370 euros, incluyendo hasta la pintura metalizada.
Y es que otra de las bazas del Swift Sport es su equipamiento de serie, totalmente cerrado, sin opciones, pero el más completo de la categoría por este precio. Entre lo más destacable, cuenta con llantas de 17 pulgadas pulidas, faros LED, volante multifunción, climatizador, control de velocidad de crucero adaptativo… Tiene de serie hasta asientos calefactables.
Los asistentes a la conducción y sistemas de seguridad se agrupan en el denominado DSBS (Dual Sensor Brake Support), que utiliza cámara de video y radar. Incluye alerta antifatiga, luces largas automáticas, alerta y asistente de cambio de carril –este último nuevo, actúa sobre la dirección para mantener el coche en el carril– y control predictivo de la frenada. Tampoco va mal servido el Swift Sport en materia de conectividad. Elequipo multimedia incluye pantalla táctil con cámara trasera, radio digital, bluetooth y navegador, con la máxima conectividad: Android Auto y Apple CarPlay , más MirrorLink.
Los rivales del Suzuki Swift Sport
Entre sus principales rivales, el Swift Sport compite con la versión ST Line del nuevo Ford Fiesta, también con 140 CV y un precio ligeramente inferior: 17.295 euros, con los 2.500 que tiene de descuento. El motor 1.0 Ecoboost no es tan “rabioso” como el 1.4 del Swift. Y tampoco alcanza su nivel de equipamiento. Pero el Fiesta 1.0 Ecoboost ST Line no defrauda como utilitario para todo uso, que permite “desmelenarse” de vez en cuando en una carretera de curvas.
Algo más potente –pero no mucho más rápido– y también más cercano al Swift por su tacto deportivo está el Seat Ibiza 1.5 TSI FR, con 150 CV y un chasis magnífico. Tiene un precio casi equivalente al del Swift, 19.520 euros con el descuento actual de 1.600 euros. Y aunque está menos equipado, de lo que no tiene el Ibiza que sí lleva el Swift de serie lo más interesante es la cámara de visión trasera y el arranque sin llave (además de los asientos calefactados), que en un momento dado pueden ser prescindibles.
Galería de imágenes Suzuki Swift Sport 2018
Comentarios cerrados